El avance del brote del nuevo coronavirus encendió hoy las alarmas en Italia . Las autoridades de unas diez localidades del norte del país ordenaron hoy el cierre de todos los lugares públicos, entre ellos escuelas, bares, oficinas y centros deportivos, para detener la propagación del virus.
La decisión fue tomada por el ministro de Salud, Roberto Speranza, y las autoridades de la región de Lombardía en una reunión de crisis con las autoridades locales tras detectar 14 casos de contagio, entre ellos cinco médicos.
Muchos de los casos nuevos representan las primeras infecciones a través de contagio secundario, y elevan el total del país a 17. Los primeros enfermos en el norte de Italia se encontraron con alguien que había regresado de China el 21 de enero sin presentar síntomas del virus, dijeron las autoridades sanitarias.
Un italiano de 38 años está hospitalizado en estado crítico. Su esposa y un amigo suyo también dieron positivo para el virus. Tres personas que se presentaron con síntomas de influenza también están infectadas, así como cinco miembros del personal médico.
El hombre se presentó con síntomas de influenza el 18 de febrero, pero lo enviaron a su casa. Regresó al hospital al agravarse su estado y se encontraba en cuidados intensivos, dijo el director regional de bienestar público, Giulio Gallera.
Speranza advirtió que se está viendo el mismo tipo de «conjunto» de casos que en Alemania y Francia.
La pequeña ciudad de Codogno, en el norte del país -donde seis personas resultaron infectadas, incluido un hombre que se encuentra en cuidados intensivos- es una de las más afectadas.
El alcalde de la localidad, de unos 15.000 habitantes, divulgó la orden de cierre inmediato por un período que varía de 48 horas a cinco días.
El alcalde Francesco Passerini explicó que la decisión fue tomada tras el descubrimiento de seis casos de contagio con el nuevo coronavirus, lo que «creó una situación de alarma en el territorio».
De las seis personas, tres están enfermas, mientras que para las otras tres los análisis resultaron positivos, sin presentar síntomas. Otra tanda de análisis fue dispuesta para establecer el contagio.
El primer caso registrado en Codogno es un italiano de 38 años, el cual se encuentra internado en cuidados intensivos y su estado es considerado grave por los médicos del hospital local.
El paciente fue infectado por otro italiano, un portador sano del nuevo coronavirus, que estuvo en China hace varias semanas. Según informan los medios, el contagio tuvo lugar durante algunas cenas con amigos. La esposa del paciente grave y un amigo con el que practicaba deporte se encuentran entre los casos confirmados.
El hospital de Codogno cerró su sala de emergencias y se vio al personal con barbijos cuando llegaron trabajadores con nuevas camas y muebles al comenzar la cuarentena.
Otros pueblos
En otra población, Casalpusterlengo, se suspendieron las clases hasta la semana próxima, y en Castiglione d’Adda se cerraron las bibliotecas, oficinas públicas, gimnasios y depósitos de basura por precaución.
«En otras partes del mundo, y también en China, se ha demostrado que este sistema de autoaislamiento ayuda a detener la propagación», dijo el presidente regional de Lombardía, Attilio Fontana. !Pero no debemos dejarnos abrumar por el pánico».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a la comunidad internacional «atacar fuerte» y sin demora este virus que ha contagiado a más de 75.000 personas en China y 1100 en otras partes del mundo.
Los 55 italianos que se encontraban en cuarentena en la ciudad militar de Cecchignola, en Roma, tras su regreso de Wuhan, fueron liberados.
Un avión con 37 personas, incluido 19 italianos, que viajaban en el crucero Diamond Princess, despegó hoy de Japón y llegará a Roma mañana, después de una escala en Berlín.
El hospital de enfermedades infecciosas de Roma tiene a tres personas infectadas, una pareja china de Wuhan, donde se originó la epidemia, y un italiano que da «persistentemente negativo» luego de dos semanas de tratamiento antiviral.
A pesar de los llamados a tomar precauciones, los italianos tienen problemas para conseguir barbijos. Varias farmacias de Milán y una de Codogno dijeron que se habían agotado semanas atrás.