El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó el miércoles que se reunirá con el Papa Francisco el jueves de la próxima semana en el Vaticano.
“Es casi una necesidad que tengo que ir y agradecerle las manifestaciones que ha hecho y no solo en mi solidaridad, sino que ha hecho en defensa de los pueblos oprimidos de todo el mundo”, señaló el líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Si bien Lula da Silva se encuentra en libertad condicional, no tiene restricciones para salir del país, por lo que sostendrá conversaciones con el Sumo Pontífice en Roma, Italia, tras la mediación del presidente de Argentina, Alberto Fernández.
Lula destacó que en la agenda a tratar con el Papa estaría el tema de la desigualdad, pues es un problema “al que el PT nunca puede renunciar” y subrayó que también era de su interés conversar con el jefe de la Iglesia católica sobre la experiencia brasileña en el combate de la miseria.
“La experiencia brasileña más exitosa de las últimas décadas ha demostrado que los pobres no son un problema. Demostramos que los pobres, cuando se insertan en la economía, se convierten en una solución”, destacó el exdirigente obrero.
Lula fue puesto en libertad el pasado 8 de noviembre de una cárcel en Curitiba, donde cumplía una sentencia de ocho años y 10 meses por un supuesto caso de corrupción y lavado de activos.