En el transcurso de estos días en que se viven circunstancias tan especiales desde el Ministerio Público Fiscal se ha alertado sobre diversas modalidades de estafas telefónicas y por e-mail que tomaron la cuarentena como tema para engañar a las personas y vaciar sus cuentas bancarias.
Además de los llamados telefónicos para extraer usuarios y claves de homebanking y tarjetas de crédito, y de los correos electrónicos con software maliciosos, también se debe poner atención en páginas web fraudulentas que requieren la carga de datos personales y financieros, aplicaciones de celulares ofrecidas por fuera de los sitios oficiales y cadenas de whatsapp. Son todos medios empleados para robar datos personales, generar alarma en la población o entorpecer las comunicaciones. Teniendo en cuenta las necesidades generadas para la prevención del coronavirus y la escasez de oferta, surgieron promociones falsas de alcohol en gel, lavandina y desinfectantes.
En algunas ciudades los ladrones se hacen pasar por personal de salud que realiza visitas a domicilio para corroborar la presencia de síntomas en los moradores. La verdadera intención, es ingresar a los hogares para robar.
Es importante saber que no hay personal de salud realizando visitas domiciliarias preventivas.
Del mismo modo existen testimonios de personas que están cumpliendo con la debida cuarentena y han sido visitadas por individuos que llegan en vehículos y tratan de hacer abrir la puerta a los moradores haciéndose pasar por policías, vestidos generalmente con prendas oscuras y gorra, consultando si en esa vivienda se halla determinada persona, dando un nombre y apellido cualquiera con el objetivo que se los atienda abriendo la puerta para seguramente luego intentar acceder con fines de robo. Algunos testigos dieron a conocer que fueron visitados en mas de una oportunidad por diferentes personas que no muestran identificación y en ambas ocasiones a quien decían buscar resutaban ser de distinto apellido.
Ante estas denuncias hechas públicas se requiere actuar con suma precaución, no abrir la puerta de la vivienda sin tener noción cierta de quien o quienes se trata y llamar en forma inmediata al número 101.