Según las autoridades sanitarias, habría que esperar entre un año y 18 meses antes de que esté disponible para el público.
Numerosos países están sumergidos en el proceso de obtener una vacuna contra el coronavirus. En Estados Unidos, uno de los países metido en esta carrera científica (y económica), las cosas parecen estar avanzando a buen ritmo, tanto que, según información de The Associated Press, la prueba clínica para una vacuna ya pasó a la fase de humanos.
Según un funcionario del Instituto Nacional de Salud (el organismo que, junto a la sede en Seattle del Instituto de Investigación en Salud Kaiser Permanente Washington, está financiando la operación), este lunes se le inoculó una dosis experimental de esta vacuna a personas para ver cómo responden. Las autoridades sanitarias advierten que habría que esperar entre un año y 18 meses antes de que esté disponible para el público.
Este marco temporal, que es absolutamente récord en comparación a otros procesos similares, es necesario ya que hay que testear la vacuna en miles de personas antes de poder estar seguro que protege a las personas, y que no tiene efectos secundarios perjudiciales. De todas maneras, los funcionarios reconocen que aún este período de espera es vivido con angustia en medio de un escenario de incertidumbre.
Estas pruebas clínicas se llevaron a cabo sobre 45 personas jóvenes y con buena salud. Según la información brindada, no hay riesgo de que estas personas contraigan el coronavirus porque las vacunas todavía no cuentan con una cepa del virus: las pruebas eran para ver si generan algún tipo de efecto secundario preocupante.
Si bien existen varios emprendimientos que buscan crear la primera vacuna contra el virus que por estas horas tiene en vilo al planeta, lo cierto es que no todas buscan crear el mismo tipo de vacuna. Existe la esperanza de que, en base a nuevas tecnologías actualmente disponibles, puedan desarrollarse vacunas más potentes, y en menos tiempo.
También se está apuntando a crear vacunas temporales, por un mes o dos, hasta que finalmente se llegue a una solución de largo plazo.
Otro emprendimiento, conducido por Inovio Pharmaceuticals, apunta a empezar pruebas clínicas en las próximas semanas en la Universidad de Pennsylvania, y en un centro de pruebas en Kansas City, Missouri.
Actualmente, no hay tratamientos disponibles para enfrentar el coronavirus. En China, se usaron drogas experimentales usadas en pacientes con HIV como una alternativa, al igual que una droga llamada remdesivir que se empleó para tratar pacientes con ébola.
Para los líderes de todo el mundo, el desarrollo de una vacuna se ha convertido en un tema central. Donald Trump es uno de los mandatarios que más está presionando para que salga una vacuna; incluso llegó a decir que la «investigación avanzaba rápidamente», y que esperaba ver la llegada de una vacuna en un plazo «relativamente corto».
El presidente de Estados Unidos quedó en el medio de una polémica en las últimas horas, luego de que se supiera que su gobierno estaba buscando seducir a un laboratorio alemán que está desarrollando una vacuna para que se la entregara para «uso exclusivo de Estados Unidos».
«Científicos alemanes son líderes en el desarrollo de medicamentos y vacunas en cooperaciones a nivel global. No podemos permitir que otros se quieran asegurar de manera exclusiva los resultados de sus investigaciones», dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania Heiko Maas, en declaraciones que publica el grupo mediático Funke.