Más de una decena de sacerdotes han perdido la vida en localidades del norte de Italia tras contraer coronavirus en una de las zonas más afectadas por la pandemia, confirmó la diócesis de Bérgamo.
Medios locales informan que junto con los médicos y las enfermeras, los religiosos asisten a los enfermos, una necesidad para esta región particularmente creyente.
El diario local, L’Eco di Bergamo, publicó al menos 160 anuncios de muerte en su edición del 15 de marzo, lo que corresponde aproximadamente al «quíntuple» en comparación con una jornada normal. El medio registra cinco muertes de sacerdotes de la diócesis de Parma, dos en Milán y Cremona, una en Brescia, sin contar los numerosos sacerdotes contagiados, algunos en cuidados intensivos, reportan agencias locales.
Las muertes en el seno de la Iglesia católica se reportan también en Milán, Cremona y otras pequeñas localidades de Lombardía. Por su parte, el obispo de Bérgamo comunicó que recibió una llamada telefónica del papa Francisco, en la cual el sumo pontífice manifestó que los lleva en su corazón y en sus oraciones, según informa el diario.
La radio católica de la Conferencia Episcopal Italiana (Cei), InBlu, explicó que debido a las medidas para evitar la propagación del virus, los sacerdotes deben evitar dar la extremaunción, el óleo sagrado que se unta a los enfermos que están por morir, indica AFP.