Petróleo

Desde cuándo y por qué la Argentina se referencia en el barril de petróleo Brent

El mundo en estas tres últimas décadas, fue integrándose a través de la denominada globalización. Uno de sus combustibles fue el petróleo, cuyo consumo fue incremental, fruto del desarrollo de sectores como el transporte por sus diferentes vías, aérea, marítima y por supuesto terrestre, con el objeto de satisfacer necesidades de los habitantes de ese universo.
Las zonas más demandantes de este insumo, Estados Unidos, Europa, Japón, en la década del 90, mediante diversas políticas que se aplicaron en esa globalización, incentivaron la incorporación de un gigante como es el caso de China, quien aprovecho esa oportunidad, siendo en la actualidad uno de los países con mayor consumo de petróleo, en compañía de las zonas antes mencionadas.
Esta situación produjo que se establecieron mercados en diferentes partes del mundo, en los cuales se comercializaba los petróleos de diversas zonas, siendo una de las principales sin lugar a dudas, Medio Oriente con Arabia Saudita a la cabeza.Los países demandantes fueron nutriéndose de subproductos del refinado del petróleo, haciendo evolucionar las diversas zonas del mundo, dentro de ellos los mayores desarrollados fueron y son, países como Estados Unidos, Europa incorporando a Rusia, Japón, a los que se incorpora China.Como se puede observar, fue una construcción que demandó unas tres décadas, tiempo en que además se fue optimizando el consumo de petróleo a partir de la mejora substancial de sus subproductos, como la tecnología producto de la evolución del conocimiento del hombre, que utilizó para su bienestar.

Se establecieron precios de referencias para diferentes petróleos, dentro de esos aparecen: el WTI, West Texas Intermediate, producido en Texas, Estados Unidos que cotiza en Chicago, crudo denominado Brent, obtenido en el mar del Norte, cotizando en Londres, existen otros pero estos dos son los que nos interesan para nuestro país.

El WTI fue utilizado desde mediados de la década de 1990, como referencia para los contratos ce compraventa de crudo generados en nuestro país hasta primeros meses de 2015, en virtud de su similitud con el crudo Medanito de Cuenca Neuquina, el más requerido por las refinerías del país, seguido en magnitud por el crudo Escalante de la Cuenca del Golfo San Jorge.

A posteriori de abril de 2015, dada la alta volatilidad de este crudo texano, se referenciaron los contratos de ventas con el Brent, el cual tiene mayor estabilidad, siendo su mayor, valor que el WTI.

En la actualidad, vemos un derrumbe abrupto tanto de la demanda como del precio del petróleo, provocando que en el transitar de estos casi cuatro meses del año en curso, este colapsando las estructuras bases de la globalización, cuya construcción demandó décadas.

El origen, es por todos conocidos, la aparición del virus denominado Covid-19, que provocó la declaración de la pandemia del 11 de marzo próximo pasado.

A su vez colaboró con la declinación del precio del petróleo, el desacuerdo que en su momento tuvieron Arabia Saudita y Rusia, cuestión superada con el acuerdo realizado hace casi una semana que regirá a partir del 1 de mayo próximo.

El transitar desde diciembre 2019 hasta el presente, la dinámica del impacto de este nuevo virus que afecta a la humanidad, es demoledor y catastrófico.

A medida que se fue instalando el procedimiento de distanciamiento social, para el cuidado de las personas, se han cerrado fronteras, caminos, evitando que las personas circulen como era antes de la aparición de este virus, por ende ha disminuido enormemente el consumo de combustible para transportes aéreos, marítimos y terrestres a niveles impensados, nunca antes visto.

Produciendo así que la demanda en todo el planeta se frenara drásticamente, sin dar lugar a adoptar medidas correctivas con el fin del cuidado de ese mercado, es algo histórico, inimaginable, también algo para aprender.

Como consecuencia se observa, que la producción de subproductos de petróleo en refinerías, mermó abruptamente y en algunos casos es nula, y por supuesto esto se traslada a la determinación de disminuir la producción en los yacimientos que existen en el planeta.

Esta reducción de la producción, no pudo ser inmediatamente coordinada, en virtud del acelerado cierre de fronteras y consecuente aislamiento social, con el objeto de cuidar la salud de la población en cada lugar del planeta.

De esta forma se inundó el mercado con petróleo, mientras esto sucedía la demanda se desplomaba drásticamente, trayendo como contrapartida que los precios de referencia del petróleo se desmoronan a valores insignificantes.

Esto también viene acompañado porque el impacto mayor en esta corta historia pero muy dinámica del coronavirus, está ocurriendo en las zonas de grandes consumos como China, Estados Unidos, Europa, Brasil.

Observando este panorama, como manifestara en artículo anterior, nos obliga a encontrar determinadas reglas en común básicas para todo el planeta, pues la globalización que tanto construimos en años, hoy se derrumba por la acción de un virus nuevo en cuestión de meses, sin una salida en un futuro inmediato.

Conclusión, en el presente el mercado mundial del petróleo se encuentra afectado por una cuestión de salud pública, tiene una sobreoferta de petróleo dado que el acuerdo de recortes a la producción entre la OPEP y demás países productores comienza el próximo 1 de mayo, la demanda tiene una reducción drástica, existiendo de esta forma volúmenes de petróleo sin ser procesado ni vendido, trayendo a colación la disminución de la capacidad para almacenamiento en diversas zonas.

Fuente: Ámbito

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