Una reciente investigación llevada a cabo por Deirdre Leigh Barrett, profesora asistente de psicología en la Escuela de Medicina de Harvard, sostiene que la incidencia de sueños vívidos aumentó a medida que el coronavirus se fue extendiendo por el mundo. El estudio plantea que la actual pandemia se asemeja a eventos como el 11 de septiembre, los cuales generaron que los sueños de las personas sean más intensos y memorables en los días posteriores a los ataques.
La “encuesta de sueños” realizada por Barret, arroja que la crisis del nuevo virus provocó una gran cantidad de estrés y ansiedad para millones de personas. A su vez, advierte que el aumento de la ansiedad durante el día puede conducir a un contenido más negativo en los sueños, ya que los mismos son sensibles a nuestros entornos sociales durante el día.
En este sentido, numerosas personas sueñan que se enfermaron de Covid-19 o que están cubiertos de elementos que parecen representar el virus, como enjambres de insectos o gusanos, brujas e incluso saltamontes con dientes. Otros sueñan que están en lugares públicos sin mascarilla o sin poder guardar la sana distancia. “El personal de salud es el que más se parece a una población traumatizada. Tienen pesadillas en las que reviven sus experiencias y todas con el tema de que ‘soy responsable de salvar la vida de esta persona, no lo consigo y la persona está a punto de morir’. Y cuando sueñan que el enfermo es un hijo o un padre dicen que siempre hay un paso siguiente en el sueño cuando piensan ‘yo los contagié’”, explicó Barret.
En tanto, el Centro de Investigación de Neurociencia de Lyon se encuentra realizando una investigación similar desde marzo de este año, la cual señala que la pandemia de coronavirus provocó un aumento del 35% en el recuerdo de los sueños entre los encuestados. Además, los participantes afirmaron tener un 15% por ciento más de sueños negativos de lo habitual. Por otro lado, la Asociación Italiana de Medicina del Sueño está analizando los sueños de los italianos confinados durante el brote. Según este estudio, muchos de los sujetos experimentan pesadillas y parasomnias en línea con los síntomas del trastorno de estrés postraumático.