La cifra de muertes por coronavirus en España se mantuvo este miércoles por debajo del centenar por cuarto día consecutivo, aunque registró un ligero aumento hasta las 95, frente a las 83 de ayer, informó el Ministerio de Sanidad. El número de nuevos contagios también se incrementó hasta los 416, desde los 295 registrados el martes.
Con estas cifras, el total de fallecidos por la pandemia en España asciende ya a 27.888, mientras que el número de contagiados suma 232.555. Además, hubo 31 nuevos ingresos en cuidados intensivos y 193 hospitalizados, informó en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Sanidad para la epidemia, el epidemiólogo Fernando Simón.
A pesar del aumento de fallecidos, hay una evolución de la epidemia “mucho mejor” que semanas anteriores, valoró Simón, quien también destacó que, de esos 416 casos nuevos, 172 iniciaron los síntomas en los últimos siete días y ya fueron detectados. Indicó que el ritmo de descenso de la epidemia en España es “más rápido” que en otros países, como Italia, donde empezó al menos una semana antes.
Simón reconoció que le evolución de los últimos días no ha sido tan rápida como antes, pero ahora el sistema sanitario se centra en la detección precoz de todos los casos posibles. “Si, a pesar de hacer muchas más pruebas PCR, mantenemos el ritmo descendente, quiere decir que la transmisión es probablemente algo menor de lo pensado anteriormente”, explicó con cautela.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidió este miércoles disculpas por los errores cometidos en la gestión de la pandemia y reclamó unidad para “culminar” la victoria contra el coronavirus. Lo hizo al someterse a otro duro debate en el Congreso, donde el Ejecutivo pidió el apoyo a una nueva prórroga del estado de alarma, instrumento jurídico que permite los límites a la movilidad para frenar la pandemia.
“Es el único camino posible para combatir con eficacia el virus”, afirmó Sánchez durante su discurso inicial, en el que pidió a los grupos políticos que apoyaran una nueva prórroga del estado de alarma, la quinta desde que fue declarado el pasado 14 de marzo, en pela expansión de la COVID-19.
Esa prórroga debe ser autorizada por el Congreso, y como el Gobierno de coalición progresista no tiene mayoría suficiente, debe negociar el apoyo de otros grupos parlamentarios. Tras el acuerdo del martes con Ciudadanos (liberal), el Ejecutivo español tiene más fácil aprobar esa prórroga, aunque al comienzo del debate todavía hay grupos minoritarios, nacionalistas o regionalistas, que no han manifestado su intención de voto.
Mientas las protestas alentadas por partidos de derecha contra el Gobierno aumentan en las calles, y cientos de manifestantes piden la dimisión de Sánchez, éste pidió hoy unidad a las fuerzas políticas. “Hemos parado juntos al virus, debemos culminar con unidad esta victoria y debemos emprender también unidos la reconstrucción social y económica del país”, dijo Sánchez.
En su discurso, pidió disculpas por los “errores propios” dictados siempre, subrayó, por la “urgencia de los tiempos, la penuria en los recursos y la excepcionalidad y la ausencia de precedentes”. Además, advirtió a todos de la “irresponsabilidad” y el “error absoluto” que supondría no aprobar esta prórroga e insistió en que “la unidad es la fuerza más poderosa” porque “ha salvado miles de vidas” y es necesario extenderla también al “frente económico y político” para salvar también empresas y empleos.
Sin embargo, el líder del conservador Partido Popular, Pablo Casado, que encabeza el principal grupo de oposición, se mostró muy duro en su discurso y anunció su “no” a la prórroga, al considerar que sería “una irresponsabilidad”. También anunció su voto negativo el partido ultraderechista Vox, tercera fuerza parlamentaria, como ya hizo en ocasiones anteriores.