Así lo aclaró el penalista Fabián Gabalachis, quien defiende a varios de los condenados en primera instancia por las causas conocidas como Embrujo y enriquecimiento ilícito.
El abogado reconoció que pueda existir un malestar en la sociedad que percibe que muchos de los acusados y condenados recuperan la libertad pero en algunos casos, como Sandro Figueroa, no es porque se le morigeró la pena sino porque pasó el tiempo y se cumplió la expectativa impuesta a punto tal que ni siquiera se opuso la fiscalía.
De paso se permitió recordar que no sería conveniente que los bienes decomisados por estos casos sean utilizados o entregados a terceros porque ninguna de las causas tienen condena firme.
En el caso de algunos inmuebles que se pretendían dar en comodato, recordó que hay instancias en el plano de la justicia civil que todavía no se dirimieron y sería gravísimo para el estado dar marcha atrás luego si es que se lo sometió a uso intensivo y mucho más si se modificó la estructura.
Del mismo modo pidió cautela con los vehículos secuestrados sobre todo de alta gama.
Recordó que dos casos con vehículos de marcas caras que se secuestraron y que al poco tiempo se debieron guardar en un garage porque era tal el costo de mantenimiento que era imposible de sostener por un organismo estatal y ni hablar si se rompen o son afectados por un choque, señaló Radio Chubut.