Hoy en Esquel hay más de 2 mil trabajadoras de casas particulares y no todas se encuentran registradas de manera formal. Con la cuarentena algunas perdieron su trabajo y otras temen hacerlo. Algunas mujeres, que son sostén de hogar, están trabajando por 100 pesos la hora y no les alcanza para vivir. Necesitan que se restablezca el servicio de transporte urbano para poder llegar a sus lugares de trabajo.
Norma Morón, tesorera y vocera del Sindicato de Trabajadoras de Casas Particulares, manifestó que en la actualidad hay más de 2 mil trabajadoras de casas particulares en la ciudad según los datos que han podido recabar en este último tiempo. “No todas están registradas y eso también se debe a un compromiso muy personal”, explicó.
Morón planteó que el Sindicato no puede nuclear a todas las empleadas domésticas porque “es muy difícil establecer las condiciones de trabajo en una casa particular, incluso también para la Secretaría de Trabajo que no puede entrar al lugar y constatarlo”.
Sin embargo aseguró que “hay compañeras que están trabajando por 100 pesos la hora, que no es nada y hoy no te alcanza ni para comprar un kilo de pan”.
El sector de las empleadas de casas particulares ha sido uno de los más afectados durante la cuarentena. Al no ser parte de los rubros exceptuados, algunas no asistieron a sus lugares de trabajo para respetar las medidas preventivas y fueron desafectadas sin justificativo alguno. Otras, por necesidad, continuaron trabajando igual por miedo a perder su empleo a pesar de la pandemia del COVID-19. Sin plata y con muy pocos recursos, prefieren arriesgarse antes que quedarse en casa sin poder afrontar los gastos mensuales.
“A varias compañeras las han despedido sin justificativo alguno. Algunas me dijeron que a partir de que no fueron a trabajar por la cuarentena, no las llamaron más”, reveló Morón.
Una de las grandes necesidades de las empleadas de casas particulares es que restablezca el servicio de transporte urbano para poder llegar hasta sus lugares de trabajo. “La mayoría de las compañeras está teniendo problemas para ir a su trabajo al no haber colectivo y no les alcanza para pagarse un remis. Muchas viven en una punta y trabajan en la otra”, planteó.
Morón contó que el pedido fue presentado en varias oportunidades al municipio y que hasta se reclamó un bono especial para las empleadas domésticas pero por el momento no ha recibido respuestas. “Nosotros no sólo llevamos problemas sino que también les acercamos una posible solución”,expresó.
Sin embargo aseguró que tienen poco acceso a los funcionarios municipales.“Ongarato desde que asumió al día de hoy nunca nos ha recibido. Hemos presentado notas, hemos hablado con gente cercana a él para ver si nos recibía pero nunca nos atendió. Nosotras sólo queríamos contarle nuestros reclamos”, explicó.
Morón insistió en la necesidad de las empleadas domésticas por contar con el transporte urbano para trabajar. “Las trabajadoras tienen que ir de un lugar a otro y con este clima necesitan hacerlo en colectivo. Una trabajadora que va por hora no puede pagar un remis o taxi porque le sale mucha plata”, enfatizó.
Asimismo opinó que no debería haber inconvenientes para restablecer el servicio de transporte urbano con grupos reducidos, el uso de tapabocas y respetando el distanciamiento social. “Para nuestro sector es muy necesario como así también para los choferes de las empresas que viven de esto”, puntualizó.
Por último Morón contó que las empleadas domésticas se encuentran viviendo una situación muy difícil. Si bien destacó que algunas están trabajando muy bien, reconoció que otras están muy mal. Además señaló que el aumento del 10% que les dieron es “una burla” porque para algunas trabajadoras fue de 30 pesos.