Acnur alertó que en todo el planeta hay 79,5 millones de personas que por circunstancias de violencia política o social dejaron sus lugares de residencia a través de desplazamientos forzados internos o fuera de sus países.
El número de desplazados y refugiados se disparó a niveles sin precedentes en el planeta en 2019, informó el organismo de la ONU para los Refugiados (Acnur), que pidió a los países de todo el mundo que hagan un mayor esfuerzo para encontrar un hogar para los casi 80 millones de personas en esta situación.
Así lo señala el informe anual de Acnur «Tendencias Globales», que se presenta antes del Día Mundial del Refugiado, el 20 de junio, y este año muestra un número sin precedentes de 79,5 millones de personas, el 1% de la población mundial, en esas condiciones, la cifra más alta jamás registrada por el organismo.
El informe señala asimismo que disminuyeron las posibilidades para las personas refugiadas que esperan una solución rápida de su difícil situación.
El desplazamiento forzado no sólo está más extendido sino que dejó de ser un fenómeno a corto plazo y temporal”
FILIPPO GRANDI, ALTO COMISIONADO DE ACNUR
En la década de 1990, un promedio de 1,5 millones de refugiados pudieron regresar a sus hogares cada año, pero durante la última década ese número se redujo a alrededor de 385.000 personas, lo que significa que el aumento en el desplazamiento hoy supera ampliamente las soluciones, según el documento.
«Estamos presenciando una nueva realidad, ya que el desplazamiento forzado hoy en día no solo está mucho más extendido, sino que simplemente ya no es un fenómeno a corto plazo y temporal», dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
«No se puede esperar que las personas vivan en un estado de incertidumbre durante años, sin la posibilidad de volver a casa, ni la esperanza de construir un futuro donde están», dijo Grandi.
Para el Alto Comisionado es necesaria «una actitud fundamentalmente nueva y más receptiva hacia todas las personas desplazadas, junto con un impulso mucho más decidido para resolver conflictos que duran años y que están en la raíz de un sufrimiento tan inmenso».
El informe de Acnur, publicado en su página web, muestra que de los 79,5 millones de personas que se habían visto forzadas a abandonar sus hogares a fines del año pasado, 45,7 millones eran desplazados internos, es decir personas que habían huido a otras áreas de sus propios países.
El resto eran personas desplazadas fuera de sus países: 4,2 millones de ellas esperaban el resultado de sus solicitudes de asilo, mientras que 29,6 millones eran refugiados y otras personas que se habían visto obligadas a desplazarse fuera de su país.
El aumento anual, desde 70,8 millones registrados a fines de 2018, es el resultado de dos factores principales, precisa el documento.
Primero, preocupan los nuevos desplazamientos en 2019, particularmente en la República Democrática del Congo (RDC), la zona del Sahel, Yemen y Siria, este último país en su noveno año de conflicto y con 13,2 millones de refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos, que representan un sexto del total mundial.
La segunda preocupación es una mejor representación de la situación de los venezolanos fuera de su país, muchos de los cuales no están legalmente registrados como refugiados o solicitantes de asilo, y para quienes se requieren mecanismos que tomen en cuenta las consideraciones de protección.
Dentro de esas cifras hay una multitud de crisis individuales y muy personales.
La cantidad de niños -entre 30 y 34 millones, decenas de miles de ellos no acompañados- que están entre los desplazados es mayor que, por ejemplo, las poblaciones enteras de Senegal, Singapur y Suiza juntas.
La proporción de personas desplazadas de 60 años o más (el 4%) está muy por debajo de su porcentaje en la población mundial (el 12%), una estadística que describe el sufrimiento inconmensurable, la desesperación, el sacrificio y la separación de sus seres queridos.
Al menos 100 millones de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares en la última década, buscando protección dentro o fuera de sus países, más que toda la población de Egipto, el decimocuarto país más poblado del mundo.
Por otra parte, el desplazamiento forzado casi se ha duplicado desde 2010 (41 millones entonces frente a 79,5 millones ahora).
El 80% de las personas desplazadas o refugiadas del mundo se encuentran en países o territorios afectados por inseguridad alimentaria aguda y desnutrición, muchos de los cuales enfrentan además riesgos climáticos y de desastres naturales.
El Informe Tendencias Globales cuenta todas las principales poblaciones desplazadas y refugiadas, incluidos los 5,6 millones de refugiados palestinos que están bajo el mandato del Organismo de la ONU para Refugiados Palestinos (Unrwa).
El compromiso de Desarrollo Sostenible de 2030 de «no dejar a nadie atrás» ahora incluye explícitamente a las personas refugiadas, gracias a un nuevo indicador sobre refugiados aprobado por la Comisión de Estadística de la ONU en marzo de este año.