El escándalo de Cecilia Torres Otarola pegó duro sobre el gobierno de Mariano Arcioni, pero le resultó útil para soltarle la mano a la incontrolable ministra y también para recalcular su orientación, al prescindir también de Andrés Meiszner.
Al gobernador le molestan de manera evidente los estilos personalistas que compiten con su autoridad. Cree, sin embargo, que en ese sentido Touriñan puede apelar a la clásica «rosca» sin procurar réditos personales para sí mismo.
Por ahora el gobernador sigue recibiendo destratos de varios de los diputados que compartieron boleta con él hace poco más de un año. En las sesiones que se realizarán esta semana en la Legislatura resultará complicado que se aprueben el proyecto de renegociación de la deuda y el pliego de Javier Alvaredo como presidente del Banco Chubut.
Arcioni cuenta con los 7 votos propios y quizás los tres de Juntos por el Cambio. Necesita al menos cuatro más de los 9 restantes, donde con seguridad los 6 que suman Sastre y Maderna esperarán el desembarco del nuevo secretario General de Gobierno. Los 8 del Frente de Todos están sentados en la vereda.
Dos intendentes con reproches
«La verdad es que hay cuestiones que realmente cansan porque no surgen respuestas desde Provincia y siempre terminan siendo atendidas por el Municipio. Acá se trabajó mucho para muchas personas que ocupan cargos importantes; hay que salir un poco a la calle para darse cuenta quién está haciendo bien las cosas», dijo Gustavo Sastre luego de confesar que el gobernador Arcioni no le atendía el teléfono.
Por su parte, Adrián Maderna afirma que «no hay diálogo prácticamente. Capaz que son estilos innovadores de hacer política». Más allá de la ironía, el intendente de Trelew cree que «sería bueno recomenzar de cero. Nos quedan todavía tres años de gestión y debemos ser reflexivos. Hay que poner paños fríos».
Sastre -que valora más las gestiones de delegados nacionales como Emanuel Coliñir- espera también que con Touriñan en funciones cambien las cosas. «Es un gran compañero que sabe de política», sostiene.
El ex jefe de bloque de diputados de Mario Das Neves tiene un enorme desafío que espera resolver en seis meses, ya que ese fue el plazo que -según confesó en una radio- que aceptó estar en funciones. Por lo menos avisó, a diferencia de Sergio Mammarelli que tres años después cuenta que había pactado un corto plazo con Arcioni para aplicar su receta de ajuste neoliberal que luego se truncó.
«Parece que tiene miedo de salir de Rawson», dijo el intendente de Dolavon, Dante Bowen, mientras Gustavo Sastre le reprocha al gobernador Mariano Arcioni que no lo visitó una sola vez este año.
No deja de ser cierto que el gobernador prefiere la seguridad de los interiores al desafío de recorridas externas, aun preservando el distanciamiento social. El lunes 13, por ejemplo, su gobierno entregó una decena de viviendas en Comodoro y él encabezó el acto por videoconferencia.