Hay varias cosas que unen a Lionel Messi y a Pep Guardiola, pero una puede ser la llave para que se vuelvan a juntar: el hambre de Champions League. La Orejona lleva años decepcionándolos por igual: Messi no la gana desde 2015 y Guardiola desde 2011. Ambos acariciaron la copa por última vez con el Barcelona.
Son justamente esos colores, esa historia compartida y la billetera del Manchester City los que le dan cuerda a este posible reencuentro, porque donde está Pep hay algo así como una prolongación de viejos sueños, con muchas caras conocidas dándole vida.
Sueños que se pueden renovar para completar un auténtico Barcelona City. Estos dos protagonistas clave de los últimos 20 años del fútbol mundial coincidieron durante cuatro temporadas en un Barsa hasta ahora irrepetible, que ganó 14 títulos (entre ellos dos Champions) y quedó en la memoria para muchos como el mejor equipo de la historia. Mucho se ha dicho sobre la relación entre ambos, sobre todo en el final del ciclo.
Incluso se especuló con que el desgaste mutuo era uno de los motivos de la decisión de Pep. El técnico catalán reconoció más de una vez que debería haberse ido antes del Barcelona: “Los jugadores se cansan de ti y tú te cansas de los jugadores”. Guardiola y Messi, ganadores con el Barsa. Foto AFP Guardiola y Messi, ganadores con el Barsa. Foto AFP Sin embargo, el periodista Luis Martin escribió en su momento en el diario El País que en los días previos a que el técnico anunciara su salida en 2012, muchos jugadores intentaron convencerlo para que se quedara, especialmente Messi, ”pese a que las últimas decisiones de Pep habían marcado cierta distancia con su mejor futbolista”, según recuerda Guillem Balagué en su libro «Pep Guardiola, otra manera de ganar».
No fue perfecto el final de una relación que nació en 2008 con una decisión de Pep (tenía entonces 37 años y pocos confiaban en él) que sedujo a Leo: dejarlo ir a los Juegos Olímpicos de Beijing en contra de lo que quería el club. Después, se sabe, Messi tocó el cielo con Guardiola en el banco, rodeado como nunca por Xavi, Iniesta, Dani Alves y siguen las firmas. Y el rosarino lo recuerda. El tiempo cura muchas cosas y Messi sabe que en el lado celeste de Manchester va a encontrar otras caras conocidas y varias amigas. La principal, la de Sergio Agüero, con quien son grandes amigos desde que compartieron habitación y equipo en el Mundial Sub 20 de Holanda en 2005: Leo con la camiseta 18 y Kun con la 19. Esa parte es más conocida y se fortaleció en la Selección Mayor.
Guardiola llegó a Manchester en julio de 2016, después de tres años en Bayern Munich, y lo explicó así: “Estoy en el City porque están Txiki, Patsy y Soriano. Es evidente que siempre he querido reencontrarme con mis amigos”. Pep Guardiola, con el trofeo de la Premier League de 2019.
Pep Guardiola, con el trofeo de la Premier League de 2019. Nacía la sucursal del Barcelona en Manchester. Txiki es Aitor Begiristain, un ex extremo izquierdo de aquel Dream Team que dirigía Johan Cruyff, y que luego fue director deportivo del Barsa entre 2003 y 2010. Fue quien confió en Pep para el primer equipo del Barcelona para reemplazar a Frank Rijkaard y quien luego lo llevó al City, donde ejerce el mismo cargo desde 2012. Joan Patsy fue uno de los mejores amigos de Cruyff y es la mano derecha de Txiki.
Ferran Soriano fue vicepresidente económico y director general del Barcelona cuando Joan Laporta era el número uno, y es desde 2012 director ejecutivo del City.
Soriano llevó a Begiristain a Manchester y Begiristain, a Guardiola. Ahora toda la conexión Barcelona quiere sumar a Messi para terminar de armar el Barcelona City. Hay más caras conocidas, y aseguran que muy queribles también, en la ciudad donde llueve casi todos los días. Lorenzo Buenaventura es el preparador físico de siempre de Guardiola -lo era en aquel Barsa- y sabemos cuánto pesa un profe en el armado de un grupo.
Pep Guardiola y el PF Lorenzo Buenaventura, en Bayern Munich y en el City. Foto DPA Pep Guardiola y el PF Lorenzo Buenaventura, en Bayern Munich y en el City. Foto DPA Manel Estiarte, llamado el Messi del agua (crack del waterpolo, participó en seis Juegos Olímpicos y en tres fue el máximo goleador), es el hombre de mayor confianza de Pep. En el City se ocupa de la comunicación externa del club, del manejo de los medios y fundamentalmente del enlace del plantel con la dirigencia. Según Guardiola, el vestuario es su especialidad. Según los que los conocen, para llegar a Pep hay que pasar por Manel.
También estará Rodolfo Borrell, poco conocido para el gran público, pero no para Messi. Borrell es el ayudante de campo de Pep (ahora junto a Juan Manuel Lillo) y trabajó en la Masía entre 1995 y 2008, contribuyendo en la formación de jugadores como Césc Fábregas, Gerard Piqué y Leo. También está lo futbolístico, claro: la mano de Guardiola, un equipo que siempre piensa en atacar, Agüero, Sterling, la Premier League, la obsesión por la Champions.