El organismo instó a garantizar y universalizar la conectividad y asequibilidad a las tecnologías digitales para enfrentar los impactos provocados por la pandemia del coronavirus en la región.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) instó hoy a garantizar y universalizar la conectividad y asequibilidad a las tecnologías digitales para enfrentar los impactos provocados por la pandemia del coronavirus en la región.
Entre sus propuestas incluyó que los países destinen el 1% del producto bruto interno para asegurar el acceso a una canasta tecnológica mínima compuesta por una computadora portátil, un teléfono inteligente, una tablet y un plan de conexión «para los no conectados».
La secretaria Ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, remarcó que dos tercios de la población de América latina y el Caribe tienen acceso a internet y que el 67,5% lo hace a través de conexiones de banda ancha móvil.
Pero, agregó Bárcena, 40 millones de hogares en la región no están conectados, y en este grupo vive el 46% de las personas de 5 a 12 años (32 millones), que no pudieron acceder a la teleducación en este período de pandemia.
A su vez, el 79% de los ocupados no pudieron hacer teletrabajo, indicó Bárcena en la reunión de hoy tras indicar que las brechas digitales más importantes ocurren entre los quintiles más pobres y entre las zonas rurales respecto de las urbanas.
«Las brechas de acceso condicionan el derecho a la salud, la educación y el trabajo, al tiempo que pueden aumentar las desigualdades socioeconómicas», indicó la Cepal en un comunicado difundido hoy.
La Cepal propuso 5 líneas de acción: construir una sociedad digital inclusiva, impulsar la transformación productiva, promover la confianza y seguridad digital, fortalecer la cooperación digital regional, y avanzar hacia un nuevo modelo de gobernanza para asegurar un ‘Estado de bienestar digital’ que promueva la igualdad, proteja los derechos económicos, sociales y laborales de la población, garantice el uso seguro de datos, y genere el cambio estructural progresivo.
El documento precisa que hasta diciembre pasado el 66,7% de los habitantes de la región tenían conexión a Internet.
«El tercio restante tiene un acceso limitado o no tiene acceso a las tecnologías digitales debido a su condición económica y social, en particular su edad y localización», indicaron.
Puntualizó que en los 12 países de la región el 81% de los hogares con mayor poder adquisitivo están conectados, mientras que el porcentaje baja al 38% cuando se trata del nivel económico social más bajo.
Agregó que «la baja asequibilidad consolida la exclusión de los hogares de menores ingresos» e indicó que el el costo del servicio de banda ancha móvil y fija para la población con menos recursos «llega al 14% y el 12% de su ingreso, respectivamente», lo que representa «alrededor de 6 veces el umbral de referencia de 2% del ingreso recomendado por la Comisión de Banda Ancha de Naciones Unidas».