Coronavirus

Teorías falsas sobre el Covid-19 que han matado a más de 800 personas

El American Journal of Tropical Medicine and Hygiene ha publicado un estudio sobre las muertes provocadas por otra pandemia desatada los últimos meses: la de las teorías de conspiración.

El estudio identificó más de 2000 casos de rumorología peligrosa difundida en 87 países a través de sitios web y en las redes sociales.

La información se dividió en tres categorías: rumores, estigmas y teorías de conspiración. Se obervó lo que había salido entre el 31 de diciembre de 2019 y el 5 de abril de 2020.

El 89% de los 2311 casos analizados era información no verificada que se centraban en el coronavirus.

Entre los rumeros más repetidos estaban diversas supuestas «curas milagrosas» contra el COVID-19, las que iban desde beber lejía hasta beber orina de camello o estiércol de vaca.

Otras ‘recomendaciones’ fueron echarse cloro por todo el cuerpo o enjuagarse la boca con agua salada para ‘prevenir’ el contagio. Se menciona el caso en una iglesia en la que se roció agua salada en la boca de los feligreses y más de 100 tuvieron infecciones.

En el informe se dice que este tipo de curas fueron lo más peligrosa, pues por una información de que tomar alcohol altamente concentrado podría matar el virus dentro del cuerpo ya ha causado el fallecimiento de más de 800 personas en todo el mundo, además más de 5800 han sido hospitalizadas y 60 se quedaron ciegas por beber metanol.

Sobre las teorías de conspiración, se encontró diferentes versiones sobre el origen del nuevo coronavirus y su objetivos ‘malignos’. El 7,8% de los casos recopilados incluían teorías como que Bill Gates lanzó el virus para aumentar las ventas de vacunas o que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo hizo para atacar a Irán lanzando el virus en sus ciudades.

En la categoría nombrada estigma, que representa el 3,5% de los casos, que se define como «un fenómeno construido socialmente a través del cual una persona es etiquetada directa o indirectamente por su enfermedad, exposiciones, historial de viajes y descendencia étnica, que además condujo a acciones negativas y discriminación».

Varias personas de origen asiático fueron intimidados y hasta agredidos físicamente en diferentes países a causa de discriminación basada en culpar a los chinos por la propagación del virus.

En la sección de estigma también se introdujo a las personas que por no ser señaladas ocultaron que tenían el virus o sus síntomas, algo que ayudó a la propagación del COVID-19.

El estudio tiene como fin mostrar que la viralización de este tipo de información no es solo falsa, sino que puede causar víctimas fatales.

«Los gobiernos, empresas de redes sociales y otras agencias deben comprender los patrones de los rumores relacionados con Covid-19, el estigma y las teorías de la conspiración que circulan por el mundo para que puedan desarrollar mensajes de comunicación de riesgos apropiados», afirma el estudio.

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