Vivian “Millie” Bailey saltó con Skydive Baltimore junto a un compañero y aceleraron a una velocidad de caída libre de 120 millas por hora, antes de desplegar su paracaídas para un aterrizaje seguro.
Bailey regresó hacia una multitud de familiares y amigos en un carrito de golf, describiendo el salto como “maravilloso” y “realmente emocionante”.
“¿Estaba asustada? Solo por un minuto”, dijo. “Sentía como si me estuviera cayendo. Luego pensé: ‘No, alguien me está agarrando’”. Admitió sentirse ” simplemente agradecida de haber hecho un aterrizaje seguro”.
La empresa que hizo posible el salto dio su reconocimiento a Bailey, quien ha sido honrada por dos presidentes en ejercicio, en su página de Facebook. “Hoy nos sentimos honrados y privilegiados de ayudar a hacer su sueño realidad”, escribieron. “¡Felicitaciones, Sra. Bailey!”.