¿Qué barbijo elegir para los más chicos en el regreso a las aulas ? , ¿cómo manejar la incomodidad que puede generar? , ¿cómo será el reencuentro? Esta pandemia nos obligó a transitar un camino lleno de desafíos y aprendizajes, uno de ellos ha sido el uso del tapabocas. Ya habituados a vernos con la mitad de la cara tapada, no deja de dificultar a la hora de que maestras y educadores comiencen a establecer el vínculo con los más pequeños, sin las expresiones faciales de por medio. Recomendaciones y sugerencias para que que la adaptación a estos nuevos hábitos resulte sencilla.
“Desde muy pequeños, los niños identifican y necesitan de las expresiones faciales para vincularse con las personas que los rodean. Tal es el caso que el ejercicio que todos hacemos desde que son bebés es hacerles ‘gracias’ y ‘sonrisas’ buscando que nos devuelvan la misma expresión. En ese intercambio de miradas y gestos ellos se encuentran seguros, y a su vez van desarrollando poco a poco los primeros vínculos socioemocionales. Hoy dichas expresiones se verán limitadas, dado que las caras están parcialmente tapadas por el barbijo, por lo que quizás haya algunos niños -sobre todo los más pequeños- que les costará más la vinculación con los demás, y por ende, sentirse más seguros”, explica María Laura Lezaeta, psicóloga infantil y co-fundadora de JUEGOlogía.
Ángela Nakab, médica especialista en pediatría, presidente de la subcomisión de medios y comunicación de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), sugiere tener en cuenta que “los chicos aprenden por imitación de sus personas de apego (su mamá, papá, abuelos, etc.). Y desde hace un año vieron a las personas mayores utilizarlo, por lo que aprenden a imitar. Los encargados de la enseñanza somos los adultos. En las escuelas van a tener que hacer un entrenamiento o capacitación de los chicos para aprender a usarlo”.
Qué barbijo elegir para los más chicos y chicas
El protocolo porteño para el ciclo lectivo 2021 indica que todos los niños y niñas mayores de 6 años deben usar tapabocas (es decir, desde primer grado). Sin embargo, los chicos de entre tres y cinco años que puedan ponerse y sacarse el tapabocas por sus propios medios, deberían usarlo durante “todo el tiempo que sea posible”.
Desde la SAP recuerdan que “el uso correcto implica lavarse las manos antes de ponerse una máscara u otra cubierta y luego evitar tocarse la cara una vez que esté puesta. Eso es difícil de hacer cumplir entre los niños, especialmente los niños pequeños. Puede provocar que un niño se tocara la cara con mayor frecuencia, lo que aumenta el riesgo de contraer coronavirus”.
Sin embargo, no hay una recomendación escrita específica para chicos. “Solo que tienen que ser de tela, tamaño para cubrir nariz y boca”, dice Analía De Cristófano, infectóloga pediatra del Hospital Italiano de Buenos Aires y coordinadora de la Comisión Pediatría de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Nakab explica lo mismo y agrega que, “sin que haya un protocolo ‘validado’ desde la Sociedad Argentina de Pediatría, los niños y niñas deben tener capacidad de ponerse y sacarse el barbijo, por si por alguna razón les está costando respirar o si necesitan algo. Siempre tiene que estar supervisado por un adulto, es decir, no puede estar el niño con barbijo jugando solo. Y se aconseja que sean de tela; si tiene un bolsillo, poner un papel de cocina para aumentar la filtración”.
Además, De Cristófano explica a Clarín que “los de plástico NO sirven. La idea de los tapabocas es que funcionen de filtro, los de plástico claramente no lo hacen porque no se puede respirar a través del plástico, entonces tiene aperturas para respirar eso hace que los aerosoles salgan, uno contagie y pueda ser contagiado porque entran por el mismo lugar sin el filtro”.
Nakab señala que el juego es clave: “Se aconseja que sean con dibujos entretenidos y divertidos, atractivos, que les resulten atractivos a los chicos para aprender a usarlos. Algunos niños y niñas también usan máscaras, y también se recomienda ponerle stickers de colores para que puedan jugar”.
Fuente: El Clarín