Dante Bowen, intendente de Dolavon, habría acomodado a su mujer en un “puestito” como asesora de la Cámara de Diputados de la Nación, aunque en ese puesto las únicas tareas laborales que se le conocen son twittear desde su casa ya que nunca se presentó a trabajar en el Congreso.
Mientras gran parte de los chubutenses tiene graves problemas económicos por la realidad que atraviesa el país, la esposa del actual intendente de Dolavon, Rosario Nervi, goza del privilegio de percibir al año casi dos millones de pesos, como asesora del Congreso de la Nación desde la comodidad de su casa en Dolavon, sin hacer absolutamente nada.
Según las fuentes a las que accedió Cholila Online, para indignación de muchos, circula por las últimas horas el recibo de sueldo de la nueva “ñoqui VIP” del peronismo del Valle, que percibe $150.000 mil pesos por mes, lo que sería anualmente, sumado a los sueldos anuales complementarios, un total de más de dos millones de pesos.
A decir verdad, Nervi ya tendría historial como ñoqui de la Administración Pública, ya que previamente, cobraba un sueldo como funcionaria del Municipio de Dolavon, sin desempeñar tareas definidas, sólo en calidad de ser “la señora del intendente”, un lujo que hoy en día pueden darse pocas mujeres, ya que cualquier ciudadano común y corriente debe salir a trabajar para subsistir.
Al parecer, para Bowen todo queda “en familia”, ya que no conforme con acomodar a su esposa, también habría ubicado a su suegra como representante del Departamento local en la lista del Partido Justicialista, aún habiéndose comprobado que la señora Julia Ruberto, madre de Nervi, ni siquiera tiene domicilio en Dolavon, sino que es de la localidad de Trelew, y lógicamente, esa ciudad pertenece al Departamento Rawson. Sin embargo, las autoridades del PJ habrían pasado por alto la irregularidad.
Estos hechos, desnudan la realidad de los funcionarios que se venden como la renovación de la política, pero que sólo evidencian el nepotismo tradicional que entre otras cosas, destruyeron no sólo al peronismo, sino la credibilidad de los chubutenses, cansados de que les roben en sus caras mientras el pueblo está sumergido en la miseria.
Bowen, que se autoproclama como “la nueva política”, no deja de ser uno más del montón que “ventajea” cargos en la administración pública para llenar sus bolsillos, y abre un interrogante: Si esta es la renovación, ¿qué quedará para el futuro de los jóvenes peronistas?.