Chubut

Caraduréz extrema: Massoni dice que la mayoría de los chubutenses son “planeros”

El ministro de Seguridad Federico Massoni es más esclavo de sus palabras que de la pila de denuncias y pedidos de juicios políticos que le respiran en la nuca.

En la historia de la política chubutense se había visto semejante monumento a la hipocresía como puede representar el titular de la cartilla de seguridad provincial; si este es el funcionario que nos va representar a todos los chubutenses en un futuro como senador, mama mía…

Este martes como siempre salió a balbucear disparates y se acordó de usted, que está esperando a que le paguen en tiempo y forma desde hace ya más de un año; dijo que las ciudades de Trelew, Rawson, Pto. Madryn, Comodoro Rivadavia y Esquel están llenos de “planeros” y que es algo que va “trascendiendo de generación en generación”.

El ministro de Seguridad Federico Massoni no se dio cuenta de que en realidad a quienes estaba llamando de esa forma tan despectiva era a la principal masa poblacional de Chubut; por poco no dijo “toda la provincia está constituida por planeros”, habría contribuido con una diminuta pizca de justicia si por lo menos hubiera tenido la decencia de ponerse a él en la lista al igual que a su secuaces.

Pero no pensábamos que Massoni iba a llegar tan lejos en descaro al decir eso, cuando su presunta amante le estaría costando miles y miles de pesos a nuestra provincia al igual que los viajes, hoteles y desayunos de lujo de su secretaria privada Macarena Bonavide o el copioso sueldo de $106.000 (más bonificación) de su obsecuente saca-fotos Mario Alberto Morante… y ni hablar si dice todo esto, sabiendo que tuvo en su órbita de poder a su amigo de toda la vida Boris Iván Kohli Richter, de quién se dice dentro del ministerio de Seguridad, que mientras se desempeñaba en la Subsecretaría de Trabajo de la provincia habría cumplido para Massoni el rol de organizador de grupos de choque massonistas, compuestos por “matones” de bajos recursos que llenaban colectivos a cambio de bolsas de alimentos.

Sin embargo, Massoni tiene el tupé de mostrarse indignado diciendo que “en determinadas situaciones de indigencia extrema los funcionarios municipales reparten nylon y brindan asistencia alimentaria básica sin mejorar en absoluto su situación de vida.” Eso a los efectos según él, de producir “coacción electoral”.

Se dice que en un momento las mesas de un par de oficinas de la base Belgrano dependiente al ministerio de Seguridad, parecían mesas de “cumpleañito”, abarrotadas con sandwiches de miga empaquetados, bolsas de papas fritas, facturas, bolsas de harina, paquetes de fideos, entre otras provisiones.

Que descaro el de Massoni al salir con esas declaraciones cuando tendría aun la protección en las calles desde hace un buen tiempo de la manifestante María Belén Guzmán, quien supo ser una conflictiva empleada suya según nos revelaron, cuando se desempeñaba en la Dirección General de Prevención del Delito mientras Massoni era ministro de Gobierno hasta que éste se convirtió en ministro de Coordinación de gabinete.

Guzmán habría sido de armas llevar y hasta amenazado en varias ocasiones a sus propios compañeros de trabajo; comportamiento que ya tenía cansados a más de uno, pero siempre fue la protegida de Massoni.

Guzmán, según cuentan, se habría convertido en presidenta de la fundación para personas con discapacidad denominada “puentes de esperanza” para llegar a los barrios carenciados y producir adoctrinamiento político a favor de Arcioni.

Lo más gracioso es que el sector docente en aquella época la andaba señalando como infiltrada del gobierno de turno en las marchas.

Existirían hasta registros fotográficos de María Belén Guzmán que datan del 2019, donde se la observa saliendo de la base Belgrano (edificio de inteligencia de Massoni) con expedientes del ministerio, conductas que fueron en su momento reprobadas por Massoni y demás autoridades, pues se la responsabilizaba en más de una ocasión por la desaparición extraña de documentación importante. ¿A dónde llevaba esos expedientes? Nadie lo sabe, ni siquiera Massoni.

En aquella época, Guzmán habría formado parte del grupo de choque de Massoni, organizando colectivos y distribución de alimentos junto a Kohli Richter en barrios carenciados que habrían aportado la fuerza de protección al gobierno, algo así como grupos “contramarchas”.

También su rol habría sido clave, al proporcionar información a Massoni sobre los movimientos de la gente de Santiago Goodman y Gullermo Quiroga en las épocas en que Casa de Gobierno permanecía vallada.

Esos aportes de información habrían valido para que Massoni se les “anticipara” a los manifestantes en varias ocasiones, colocando las vallas oportunamente alrededor de Fontana 50, previo a los disturbios.

Boris Iván Kohli Richter, Ex-mano derecha de Federico Massoni

Para concluir, aquí lo tenemos al ministro de Seguridad Federico Massoni, el que se indigna hablando de “planeros”, junto a sus “muchachos”, los pro-mineros que produjeron el escrache en el domicilio de la legisladora Florencia Papaiani en diciembre del año pasado.

No deberíamos sorprendernos porque ya estamos bastante acostumbrados a la disociación de la realidad de la que padecen nuestros gobernantes, pero es inevitable sentir esa impotencia al ver como transpiran hipocresía estos personajes cada vez que abren la boca, totalmente ajenos a la empatía, debería producirles vergüenza hablar tan livianamente sobre estos temas en una provincia que está pasando por la peor embestida de corrupción institucional quizás de la historia de la política chubutense.

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