La responsable de inmunizaciones del Hospital de Esquina, Corrientes, y otro enfermero fueron detenidos este fin de semana, acusados de desviar vacunas contra el coronavirus para después venderlas a un valor que oscilaba entre los 8.000 y 9.000 pesos.
El caso derivó en una denuncia penal y ahora el Ministerio de Salud Pública y los directivos del Hospital revisan las planillas para establecer cuántas dosis fueron sustraídas.
La investigación se disparó el jueves a la noche cuando uno de los inmunizados por fuera del sistema se contactó con uno de los directivos del Hospital San Roque y le exhibió una serie de mensajes de WhatsApp a través de los cuales le ofrecieron la vacuna. Esa persona aportó la identidad del enfermero que le aplicó la dosis.
El viernes, el acusado fue llamado por los directivos y terminó confesando el desvío.
A partir de allí, con la asistencia del equipo legal del Ministerio de Salud Pública de Corrientes, se dio intervención al fiscal Javier Mosquera, quien ordenó la detención del enfermero y de la jefa de inmunizaciones, una enfermera que tiene más de 20 años de antigüedad en el hospital de Esquina.
El fiscal decretó el secreto de sumario y dispuso el allanamiento de las viviendas de los acusados en busca de vacunas y elementos de prueba. Mientras, los enfermeros permanecen detenidos e incomunicados hasta ser indagados.
El Ministerio de Salud Pública de Corrientes informó del hecho a través de un comunicado distribuido a última hora del sábado, en el que detalló que se actuó “de forma inmediata ante una supuesta irregularidad en Esquina”.
«Al tomar conocimiento del caso, la Asesoría Legal dio aviso a la Fiscalía de esa ciudad, para que de forma inmediata se dé curso a la investigación correspondiente”, explicaron.
El desvío de vacunas habría comenzado en los últimos diez días y todavía no se pudo establecer cuántas fueron sacadas del sistema y aplicadas a personas que todavía debían aguardar su turno, ya que no tienen edad ni comorbilidades.
“Creemos que no son muchas porque todo habría empezado cuando el flujo de vacunas se incrementó”, sostuvieron desde el Hospital.
La llegada de más dosis de lo habitual hizo que el plantel de empleados de salud pública abocados a la vacunación en Esquina llegara a unas 20 personas. Esa situación habría sido aprovechada por el enfermero y la responsable de inmunizaciones para apoderarse de las vacunas.
Ahora la Justicia intenta establecer la identidad de las personas que adquirieron las dosis. Se menciona a integrantes de reconocidas familias de Esquina y estancieros de las zonas como los beneficiados con la inoculación irregular.