La semana pasada, la ex Diputada y ex Ministra, Cecilia Torres Otarola, envió un duro mensaje en sus redes sociales al Gobernador Arcioni: “te dimos el voto para que pudieses ser Gobernador ¡estuviste cerca de mis hijos para la foto. Sabes que no soy una delincuente y no hablas porque no hay huevos. Gracias Gobernador por ser fiel a tus fieles… Asco me da!!!. Todo vuelve y esto, también”.
El mensaje de la cordillerana transmite claramente, además de bronca, desilusión por haber confiado en Mariano Arcioni, de quien esperaba lealtad y personalidad (huevos, como dice ella, es un poco fuerte). Cecilia Torres Otarola, de nula militancia política y escasa capacidad, llegó a ser Diputada provincial en 2015 y luego, recorriendo diariamente los despachos Oficiales en busca del calorcito del poder, llegó a Ministra de Familia en 2019, producto de un acuerdo con Arcioni.
En los primeros meses de la gestión era una estrella. Se codeaba con la mesa chica, intimaba, en la Residencia era agasajada, se sentía parte integrante de un proyecto político importante. Pero pasó lo que pasó y cada uno hace las maniobras que sus capacidades le permiten. Algunos hacen caja en la obra pública, otros en la pesca, otros colocando miles de millones en bonos o privatizando rentas y ella, al parecer, se quedaba con los sueldos de la gente que nombraba en el Ministerio de Familia.
Pero alguna razón tiene “la Chechu” en quejarse amargamente del abandono por parte del Gobernador y el destrato que sufre en comparación con otros funcionarios que compartieron con ella sus momentos de gloria. Tal es el caso de Leonardo Aquilanti, un exitoso santafesino llegado a Chubut en situación económica precaria y que, según los fiscales, tuvo un crecimiento exponencial en su patrimonio y, a pesar de que su causa se eleva a Juicio, sigue premiado por el gobierno, ahora como Director del Banco de Chubut S.A con un sueldo de 1.300.000 pesos mensuales, tarjeta black para sus gastos, que son pagados por el banco, auto oficial y otras pequeñeces.
Los fiscales sacaron un promedio del sueldo de Aquilanti en cada función que ocupo dentro de la administración pública, desde su ingreso hasta hoy, y “ni ahorrando el 100% de su salario podría haber obtenido esos bienes y patrimonio. Ni por ejemplo haber construido la casa de Playa Unión, donde además se usaron materiales de primera calidad”, sostienen los hombres de la justicia. Y detallan con minuciosidad lo logrado a bases de ahorros y esfuerzo por parte de nuestro sufrido Santafesino. Arcioni, por su parte, tiene una visión muy opuesta a la de los fiscales y declaró sobre Aquilanti “ha demostrado una honestidad y sensatez como pocos, yo ratifico: le creo al señor Aquilanti”.
Otra persona que compartió los momentos de gloria de Otarola fue la actual diputada Graciela Cigudosa, quien también está imputada y elevada la causa a juicio por maniobras de defraudación por administración infiel durante su paso por el Ministerio de Educación. A tal punto que el diario “El Chubut”, en nota referida al caso, dice que “Cigudosa se vio obligada a renunciar en su momento porque su caso afectaba las chances de reelección de Mariano Arcioni”. Pero Arcioni la premió con el cargo de Diputada Provincial con un ingreso asegurado por cuatro años de varios cientos de miles mensuales y la posibilidad contener a su esposo, Juan Carlos González, nombrándolo como de asesor. También es cierto que la ex Ministra vota todo lo que Arcioni le pide y fue una firme militante a favor de la minería.
Sobre la renuncia de Cigudosa el Gobernador dijo: “Fue una decisión que me ha costado, muy meditada pero le he aceptado la renuncia a la profesora Cigudosa al cargo de Ministra de Educación” y recalcó “la honradez y el compromiso de la candidata a Diputada Provincial” y acto seguido cargó contra “dirigentes opositores que se amparan en los fueros”.
Lo que es evidente y debemos darle la derecha a Torres Otarola es que Mariano no es justo en el reparto de reconocimientos y no dispensa la misma protección a la pobre Chechu que a Aquilanti o a Cigudosa. La triste y dolida queja por discriminación por parte de la “Chechu” está bien justificada.
Lo que llamó la atención en los últimos días es que Otarola bajó de las redes el mensaje contra Arcioni. Una fuente cercana al secretario general de Gobierno, Alejandro Sandilo, le contó a www.lavozdechubut.com que el hombre de confianza del gobernador se comunicó con “la Chechu” para solicitarle que baje la publicación y pedirle que se quedara “tranquila, que el ‘gober’ ya tiene todo arreglado con la justicia, esa causa no va a avanzar”.
Por lo pronto, nosotros hicimos captura del reclamo y lo compartimos.
Fuente: La Voz de Chubut