La policía buscaba al joven José Crettón y encontró el cuerpo sin cabeza de Aurelio Calfiqueo. Después de meses de búsqueda infructuosa fue un perro el que encontró el cráneo de Aurelio Calfiqueo (72) quien llevaba desaparecido en El Maitén desde finales de junio de este año. El animal, que no pertenecía a ninguna brigada policial y solo paseaba sin rumbo, apareció el martes 16 de agosto cargando en el hocico la cabeza del abuelo cerca de una cancha de fútbol en el barrio Agua Potable de la localidad.
Horas después, en el marco de un rastrillaje por otra desaparición, la policía descubrió en la zona que va de Agua Potable al Aeropuerto, a unos 5 kilómetros del casco urbano, un cuerpo descabezado que, como era de intuir, podría pertenecer a Calfiqueo. Este jueves la fiscalía de Lago Puelo confirmó lo que todos sospechaban: se trataba de Aurelio.
Aun más llamativo que este macabro hecho, es que la policía por estas semanas ha estado abocada a investigar la desaparición de José Crettón (18) del que no se sabe nada hace exactamente una semana. El joven había llegado hacía dos meses desde Esquel para vivir en El Maitén con su nueva pareja 20 años mayor que él. En el pueblo ahora le apunta al ex marido de la mujer. Por orden de las Justicia la policía realizó allanamientos y recolección de testimonios sobre esta persona de «interés».
No son los únicos casos perdidos e irresueltos en la localidad. Los vecinos tampoco han olvidado los nombres de José Real (74) que fue visto por última vez el 4 de mayo de 2013 y el de «Salvador «Trino» Paredes (74) del que hay un último registro la mañana del 17 de febrero de 2020.
En El Maitén perduran las voces asustadas que imaginan un asesino serial. Otras encuentran explicación parcial en las duras condiciones climáticas invernales, para tantos casos que de todos modos dejan librada la imaginación a cualquier alternativa.
Lo cierto es que hasta que se confirmó hace unas horas que el cuerpo sin cabeza pertenece a Calfiqueo, eran cuatro las personas en El Maitén que habían sido tragadas por la tierra. En el caso de Calfiqueo se trata de una expresión literal.
«Muchas veces la gente va a pasear y se pierde. El clima también afecta y en las últimas semanas tuvimos nevadas muy fuertes, pero hay más de 70 personas buscando a este joven», explicó a El Cordillerano, Oscar «Corcho» Currilen. Para Currilen la posibilidad de que haya un asesino entre los vecinos de El Maiten es lejana. «Creo que tiene que ver con la zona y el clima duro que tenemos», explica.
No obstante, algunos de estos «perdidos» fueron vistos, en distintos momentos pero por última vez, en el mismo sector del barrio Agua Potable. ¿Pura coincidencia?
Antes de esfumarse Crettón dejó un mensaje por Whatsapp. «Amor me voy, he estado pensando que esto nunca va a funcionar. Estoy algo cansado de estar solo y, para serte sincero, conocí a otra persona. No te preocupes en llamarme, quiero empezar algo nuevo y -ella- es casi de la misma edad mía. Te llamaré más adelante. Beso amor, adiós…», habría escrito el joven.
Pero la sospecha continúa. Para la mujer y la propia policía resulta extraño que Crettón enviara un mensaje de despedida poco después de dejar su ciudad de origen con el sólo propósito de iniciar una nueva vida. Otra pregunta ha quedado en el aire ¿Es Crettón el verdadero autor del mensaje o alguien los hizo por él usurpando su identidad?
La fiscal Martha Monge lideró en las últimas horas dos allanamientos y un rastrillaje en el basurero y la planta de líquidos cloacales de la localidad detrás de la pista de Crettón.
Y buscando a Crettón es que encontraron a Calfiqueo. «En el procedimiento concretado a unos tres kilómetros del casco urbano, se pudo hallar el cuerpo de una persona de sexo masculino, quien presentaba rasgos y evidencia de que hacía días estaba en el lugar», informó a los medios locales el
comisario Fabio Montecino. No tendría signos de violencia, según pudo saber este diario.
El comisario reconoció que el rastrillaje en el basurero y piletas obedecía a datos concretos que podían apuntar a un hecho criminal. «Teníamos varios elementos en análisis que podían acreditar que en este predio o en los piletones se podría haber producido algún hecho delictivo», agregó.
Por su lado, la familia del joven, que está alojando en un gimnasio local, convocó a una marcha por su aparición para este viernes. El padre, Sergio Crettón, requirió que la justicia «investigue los registros de las cámaras de vigilancia de las estancias de la zona».
A esta altura ya nadie busca a «Trino» ni a Real. Al primero lo vio por última vez su propio hijo en el barrio Agua Potable. El hombre dejó su casa ubicada junto al Centro de Jubilados de El Maitén y ya nunca hubo noticias del hombre.
Más de 40 personas, entre personal policial y voluntarios, buscaron a «Trino» sin resultados. «Trino» había llegado hacía unos 30 años desde Trevelín y se dedicaba a actividades del campo. Según cuentan, era un baqueano conocido en los campos de las cercanías.
Los perros de la policía siguieron su rastro en más de una ocasión hasta la ruta 40 donde se perdían sus señales. Una teoría indica que pudo haber hecho dedo a algún vehículo, pero las hipótesis más dramáticas tampoco fueron descartadas.
Real también era un hombre mayor y se lo recuerda por vez final andando en el barrio Agua Potable donde vivía en soledad. En mayo de 2013 fue buscado insistentemente por la policía, Bomberos, Defensa Civil y voluntarios. Tampoco hubo resultados.
«Algún camionero lo pudo haber levantado. Es un hombre que tiene pérdidas temporales de espacio y es muy confiado. No sabe leer ni escribir y en el pueblo lo conoce todo el mundo, ya que hace más de 20 años que vive acá», relataba entonces su sobrina, Eugenia Domínguez.