La derrota contra Arabia Saudita trajo mal clima entre los argentinos que están en Qatar; el sábado serán minoría otra vez, pero apuestan a mostrar más presencia que el martes.
La imagen del segundo tiempo era lapidaria. Un equipo perdido sobre el césped del estadio de Lusail. Y una hinchada en silencio, superada no solo en número, sino en cantos y en intensidad, publicó La Nación.
Si los argentinos se venden como la mejor hinchada del mundo, ayer frente a los sauditas quedó demostrado que esa afirmación está, al menos, en duda. En toda la segunda parte los sauditas fueron los grandes protagonistas. Especialmente después del 2-1, pero también durante cada intervención del arquero y quite de algún jugador a Messi.
El debut argentino no solo fue un mazazo para el plantel argentino en la concentración en Qatar University. También para los hinchas, entre quienes se abrió una grieta de cara al decisivo partido del sábado contra México.
“Son muy largas. Hay que cantar algo más corto, pegadizo, y que haga más ruido. ¡Ayer los árabes nos c… a palos hasta con los cánticos!”, se cruzaron hoy en uno de los tantos grupos de WhatsApp de hinchas argentinos en Doha. Se referían a las canciones de cancha, como el hit con música de La Mosca que trajeron a la Copa del Mundo, y que ayer casi no se escucharon.
Los hinchas de la Selección sufrieron la derrota futbolística, pero también la de las tribunas. Desde que el árbitro pitó el final, los sauditas declararon una fiesta hasta altas horas de la madrugada y el blanco preferido fueron los argentinos. “Dónde está Messi”, cantaban en los vagones de subte, en la zona del Fan Fest y el mercado Souq Waqif, el punto de encuentro para los visitantes en Qatar que ayer estuvo repleto hasta las 3 de la mañana.
Otro de los reproches entre los argentinos surgió por los hinchas “falsos” de la Selección. Se trata de indios, pakistaníes y nepaleses -entre otras nacionalidades de países asiáticos- que viven aquí y se declararon fanáticos de la Selección. Claro, no se saben una canción de cancha ni lo que significa alentar.
“Seremos 10 mil, 15 mil argentinos. El resto es gente de otros países que tiene puesta la de Messi”, se quejaba una hincha. Y otro compatriota que llegó a ver el Mundial agregó: “Los argentinos que estuvimos alentamos, bardeamos y hasta se picó con algunos sauditas. ¡Los que no estuvieron no opinen sin saber! En la tele se ven muchas camisetas argentinas, pero muchos no hablan español. En un estadio de 80 mil personas es imposible que nos escuchen”.
Se estima que llegarán unos 35 mil argentinos para presenciar la primera fase de la Copa del Mundo. Ayer en el estadio de Lusail había menos de la mitad. Claro que muchos argumentan que se les dificulta conseguir entradas, aunque haya muchas butacas vacías en los partidos mundialistas de Qatar.
Prueba de fuego contra México
Este sábado la Selección tendrá un partido decisivo que puede marcar su suerte en este Mundial. Jugará a las 10 de la noche, hora local, otra vez en el estadio del debut. El rival tiene una de las hinchadas más seguidoras de los últimos mundiales y aquí, en Doha, no son la excepción. México superará en número a los argentinos, aunque todavía no se sabe qué pasará en el duelo tribunero.
Otro hincha plantó su postura para el duelo del sábado: “Ayer los fui a ver contra Polonia. México nos pinta la cara como hinchada… Estuvieron tremendos”. Y relató que el estadio 974, donde la Selección jugará el miércoles próximo contra el plantel europeo, “parecía la Bombonera”.
Por eso, los hinchas de la Selección de Scaloni ya comenzaron a prepararse. El viernes convocaron a un nuevo banderazo frente al reloj, en la bahía de Doha. El martes hubo menos de dos mil personas, por eso ahora quieren que sea multitudinario.
Esperan que también participen los hinchas que están en Barwa Barahat Al Janoub, el barrio estilo monoblock alejado del centro de la ciudad, en el que se apilan los argentinos que no pueden costearse el Mundial de los grandes hoteles y departamentos de la capital qatarí.
Los sauditas preguntaban ayer por qué no había “ultras” (barrabravas) en el estadio. Cuando les explicamos que miles de barras de las principales hinchadas argentinas tienen prohibido ingresar al país de la Copa del Mundo por problemas con la ley, ellos se mostraron sorprendidos. “Nosotros tenemos ultras de la Selección, que alientan todo el partido”, se jactaban.
El sábado, otra vez en Lusail, la tensión estará puesta en la reacción que podrá mostrar la Selección y evitar el papelón de la primera rueda. También en las tribunas los argentinos vivirán su propio partido.