El presidente peruano Pedro Castillo anunció este miércoles que disuelve el Congreso e instaura un gobierno de emergencia, horas antes de que el Parlamento se reuniera para debatir su destitución.
«Se dictan las siguientes medidas: disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional; convocar en el más breve plazo a un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses», dijo Castillo en un mensaje a la nación leído desde el palacio de gobierno, transmitido por televisión.
«A partir de la fecha y hasta que se instaure el nuevo Congreso se gobernará mediante decretos ley. Se decreta el toque de queda a nivel nacional a partir del día de hoy (…) desde las 22H00 (03H00 GMT del jueves) hasta las 04H00 (09H00 GMT del jueves)», indicó el mandatario, de traje azul y con la banda presidencial puesta.
«Se declara en reorganización el sistema de justicia, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia, el Tribunal Constitucional», señaló.
AVALANCHA DE RENUNCIAS
El anuncio del mandatario motivó inmediatamente una serie de renuncias en el Gabinete.
«En estricto apego a mis convicciones y valores democráticos y constitucionales, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión del Presidente Castillo de cerrar el Congreso de la República, violando la Constitución», indicó César Landa en su cuenta de Twitter.
«Habiéndose vulnerado el Estado de Derecho y en la línea con mis principios democráticos, presento mi renuncia irrevocable al cargo», manifestó en sintonía Kurt Burneo, hasta ahora ministro de Economía y Finanzas.
«Coherente con mis principios y con pleno respeto a la democracia, he presentado mi renuncia al Gabinete Ministerial», indicó Alejandro Salas, al dejar la titularidad de la cartera de Trabajo.
«Estamos frente a un golpe de Estado», apuntó por su parte la diputada fujimorista Martha Moyano, una de las voces de la oposición que criticó el anuncio de Castillo.
En la misma línea se pronunció la exjefa de Gabinete Mirtha Vásquez: «En un estado de derecho no se puede permitir un golpe de Estado. Castillo está replicando el modelo Fujimori que pone en serio riesgo la democracia; ni el rol nefasto de este congreso, ni las investigaciones por corrupción pueden justificar estas decisiones autoritarias».
La fiscal de la nación, Patricia Benavides, señaló su «rechazo de manera enfática» a «todo quebrantamiento del orden constitucional», y exhortó al mandatario a «respetar la Constitución, el Estado de Derecho y la democracia que tanto nos ha costado».
«El presidente Pedro Castillo ha dado un golpe de Estado. Ha violado el artículo 117 de la Constitución de Perú y ha pasado a la ilegalidad. Esto es un autogolpe», dijo a la agencia AFP el analista político Augusto Álvarez.
El anuncio de Castillo tiene lugar poco más de 30 años después del autogolpe del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), que disolvió el Congreso el 5 de abril de 1992.
El Congreso de Perú, dominado por la derecha, tenía programado debatir el miércoles una moción de destitución contra Castillo por «permanente incapacidad moral», una figura constitucional que ya desembocó en la salida de dos exmandatarios desde 2018.