El domingo por la mañana la rambla y la zona céntrica costera era un desfile de turistas. De los tres cruceros bajaron más de 5 mil visitantes, y buena parte decidió hacer excursiones a Punta Tombo y Península.
Sin embargo, otra gran cantidad de turistas bajó a caminar por las calles de Madryn y conocer la ciudad. Los comercios y restaurantes los esperaron cerrados, salvo alguna excepción que se ganó las mesas llenas.
Los turistas de todas partes del mundo deambulaban por la rambla sin tener a dónde ir. Solo un restaurante de la Av Roca brindaba su servicio, y lo hizo con todas las mesas llenas. Afuera de un local de regional, hacían fila para entrar. Algunos visitantes querían entrar al paseo de compras y creían que la puerta automática no se abría solo porque no andaba.
Los comercios y restaurantes mostraron sus persianas bajas, sin reactivar siquiera en horas del mediodía, de modo que los visitantes extranjeros optaron casi obligados a caminar por la rambla para luego volver a subirse al crucero.