Eduardo Maschwitz transfirió casi 700 hectáreas a un fideicomiso de los capitales de Matar Suhail Ali Alyabhouni Aldhaheri (Dubai), se incorporó como copropietario con otros dos operadores de esos mismos capitales árabes en la provincia y contribuyó a consolidar un bloque de tierras y de poder de más de 20.000 hectáreas en la zona andina, según el seguimiento del conflicto que realiza la periodista Susana Lara, de El Cohete a la Luna.
Distintos organismos públicos rionegrinos dieron nueva forma documental al acaparamiento de casi 1.000 hectáreas ubicadas sobre la costa sur del río Foyel, en el paraje El Manso. Esas tierras son parte del bloque que adquirió Alyabhouni Aldhaheri a partir de 2017. En esta nueva documentación, Maschwitz aparece como copropietario de una fracción de 956 hectáreas junto a Ignacio Petrocchi Massuh, uno de los argentinos que canaliza algunos de esos capitales de Oriente Medio en la zona. Estas inversiones están a pocos kilómetros del territorio tradicional mapuche de la Lof Gallardo-Calfu, en cuyo desalojo intervino desde las sombras, según consta en documentación empresaria interna a la que accedimos en su momento.
Desde mediados de 2020 aproximadamente, con el impulso de la fundación norteamericana Atlas, Maschwitz contactó personalmente a grandes propietarios de inmuebles rurales, dirigentes empresarios, estudios jurídicos y ambientalistas para conformar un movimiento en defensa de la propiedad privada patagónica (PPP), amenazada según ellos por la reivindicación territorial del pueblo mapuche-tehuelche y los asentamientos populares. El proyecto PPP es la base de sustento de las “mesas consenso” que se crearon en Bariloche primero y en la comarca del paralelo 42º después, pretendiendo ampliarse al norte del país y otros puntos de la Patagonia.
Burocracia y construcción de verdad
Los movimientos y transformaciones documentales de este año en algunas oficinas de Río Negro prueban, lentamente, el sinnúmero de movimientos y operadores que intervienen a diario en el desarrollo de la matriz de la concentración de la tierra en manos del capital trasnacional.
Este año se mensuraron e inscribieron como un único lote a 956 hectáreas a nombre de Maschwitz y Barabucci, según un documento del Registro de la Propiedad Inmueble. Según Catastro, son 947 hectáreas. Surgió de la unificación de dos lotes diferentes, ambos propiedad original de la familia Tornero, de El Bolsón, vendidos en operaciones independientes a cada uno de ellos entre 2010 y 2011.
Esta operación consolida un bloque en la margen sur del río Foyel y al norte de Hidden Lake SA, que ahora suma poco más de 1.700 hectáreas. Allí, la estancia La María es el núcleo de un complejo de construcciones para huéspedes y personal, con helipuerto propio y la fauna nativa recuperando terreno, de acuerdo al testimonio de gente que trabajó en el lugar. Elfrida Bayer de Gallardo ocupó sin título de propiedad un campo de 679 hectáreas hasta que el Estado le otorgó ese documento y, entrado este siglo, vendió al empresario argentino Damián Mindlin, quien a su vez lo hizo al empresario saudí. Todas las operaciones centrales se formalizan a partir de 2017.
Siempre sobre la costa del Foyel y hacia la cordillera se encuentra otra parcela propiedad de Maschwitz (360 hectáreas) y, a continuación, otra de la misma superficie de Alejandro Luis Etchart, ex directivo de bancos y financieras, también activista del PPP y de Atlas.
Toda la zona está cruzada por ríos, arroyos y numerosas surgentes de agua que dan origen a mallines, como se nombra localmente a los pantanos. Las pasturas naturales fueron usadas tradicionalmente para la cría de ganado mayor, modelo en retroceso con los servicios de turismo de élites y/o residencias para huéspedes de los propietarios extranjeros.
El otro bloque de propiedades de Alyabhouni Aldhaheri se encuentra hacia el este: al menos 19.300 hectáreas entre el curso del río Alto Chubut (que se desplaza de norte a sur hacia el Atlántico) y la ruta nacional 40. Ese espacio es conocido como Cañadón o Rincón del Diablo, por donde baja serpenteando el río Foyel.
A través de un grupo de sociedades anónimas y fideicomisos, este operador de capitales del príncipe heredero del emirato Abu Dabi controla al menos 21.000 hectáreas y, al mismo tiempo, buena parte del curso superior y el inferior del río Foyel que nace en el cerro Carrera, con hielos permanentes y formaciones glaciarias. Sus nacientes, junto a la del Alto Chubut, están en manos de capitales que responden directamente al jefe de Estado de Qatar.