Un avión logró completar un aterrizaje exitoso en Esquel pese a las condiciones extremas de viento que azotan a la provincia de Chubut.
Las ráfagas alcanzaron los 102 km/h, pero la pericia de los pilotos permitió que la maniobra se realizara con normalidad y sin riesgos para los pasajeros, según Canal 12 Web. El hecho ocurrió este viernes bajo una alerta meteorológica vigente por vientos intensos y lluvias que afectaron gran parte de la provincia. En la zona cordillerana se registraron ráfagas superiores a los 100 km/h, lo que complicó las operaciones aéreas en distintos puntos de la Patagonia.
La tripulación logró descender de manera segura, garantizando la protección de todos los ocupantes frente al fenómeno meteorológico.
Maniobras seguras y protocolos activados
El episodio volvió a destacar el profesionalismo y la experiencia de los pilotos que operan en el sur del país, donde el viento es una variable constante y determinante en cada operación aérea.
Las autoridades aeronáuticas recordaron que, ante alertas de este tipo, se activan protocolos específicos para evaluar la factibilidad de cada maniobra. En este caso, el aterrizaje pudo concretarse de manera orgánica, demostrando la capacidad de respuesta de los equipos técnicos en condiciones de alta complejidad.
Impacto del temporal en chubut
El fuerte temporal no solo afectó la actividad aérea, sino también el tránsito terrestre y otros servicios básicos en diversas localidades de la provincia. Las ráfagas y las precipitaciones persistentes mantienen en alerta a la región, bajo el seguimiento constante de los organismos de Defensa Civil.
Se recomienda a los usuarios y viajeros mantenerse informados sobre el estado de los vuelos y las rutas nacionales, y extremar precauciones ante la variabilidad del clima patagónico, especialmente durante alertas por ráfagas que pueden superar los 100 km/h.
El aterrizaje en Esquel en medio del temporal reafirma la importancia de los protocolos de seguridad y la preparación de los pilotos en la Patagonia, donde las condiciones climáticas extremas son un desafío constante para la actividad aérea y terrestre.




