El gobernador electo, Ignacio Torres, le exigió públicamente al gobernador en ejercicio, Mariano Arcioni, que no haya más ingreso de personal y que no se brinden beneficios laborales que impliquen una erogación que después tenga que enfrentar.
Sostuvo que lo único que se justifica son aquellos ingresos que hacen a las tareas imprescindibles del estado, por si hay que incorporar médicos o policías.
Reiteró que, cuando asuma, iniciará un censo para determinar los ingresos y no solo pondrá la lupa sobre los últimos seis meses, sino sobre el año entero.
Torres, en diálogo con Radio Chubut, reconoció que mantuvo una conversación con el gobernador Arcioni sobre este tema donde le pidió «responsabilidad fiscal».
Teme que ocurra lo mismo que en el 2019, cuando se dieron aumentos para la administración pública, con un claro sentido proselitista, al que luego no se pudo hacer frente y se tradujo en el famoso cobro escalonado o el descalabro en la educación, que hace 5 años no cumple con los parámetros mínimos.
El gobernador electo prometió hacer un achicamiento en la planta política para que el ajuste no lo pague el empleado público que encima padece la injusticia de ver que, quienes están acomodados por favores políticos, encima no van nunca a trabajar.
De paso citó el ejemplo de un adscripto, que cobra más de 1 millón de pesos y cumple funciones en la provincia de Río Negro.
Prometió que estas y otras situaciones de injusticia en la administración pública «se van a terminar».