El mito sobre el viernes 13 y el mal augurio está instalado en la sociedad, incluso hay un tipo de fobia que lo explica: la paraskevidekatriaphobia. Si bien en algún momento fue tan solo una fecha más, un multimillonario sembró el pánico sobre ella en los inicios del Siglo XX. Luego de algunos años incluso llegó al cine, con una franquicia que explora todos los temores alrededor de ese día.
Thomas W. Lawson fue un multimillonario estadounidense, que se dedicaba a la especulación financiera. Nació en 1857 en Charlestown, Massachusetts. En 1903 publicó una novela llamada “Friday, the thirteen” –viernes 13- donde relató como un corredor de bolsa eligió esa fecha para hacer colapsar el mercado y hundir Wall Street.
La historia de Lawson fue difícil. Apenas cuando era un niño, su padre falleció producto de las heridas que le había dejado la Guerra Civil de Estados Unidos en la cual participó. De esta forma, se vio forzado a trabajar de joven. Con tan solo 12 años, empezó como recepcionista de un banco de Boston. Allí tendría su primer contacto con el mundo financiero, que se convertiría en su pasión y lo haría volverse multimillonario.
Aunque sus métodos para lograr los millones de dólares que supo tener en sus cuentas no fueron los más honestos, algo que podría haber atraído la mala suerte que lo invadiría en los años venideros. Thomas se especializaba en la minería, una industria en la que la ciudad de Boston era pionera. Gran parte de sus ganancias llegaron gracias a las pérdidas de otros, como por ejemplo cuando creó una empresa fantasma y vendió sus acciones infladas.
Amalgamated Copper Company, la empresa en la que participó Lawson para su fundación, le prometía a sus inversores monopolizar el mercado del cobre. Ante la jugosa oferta, los inversores comenzaron a pagar lo que fuese necesario para comprar los títulos de la empresa, buscando una gran rentabilidad a futuro.
Todos ellos se llevaron una gran sorpresa cuando se dieron cuenta de que se trataba de una empresa fantasma, ya que ni siquiera habría nombrado directores. De esa forma, los títulos comenzaron a perder valor y su inversión se esfumo.
Thomas Lawson usó esos millones que recibió por Amalgamated Copper para comprar la que sería una de las minas de cobre más prósperas. Ese accionar fue calificado como el mejor negocio de la historia de Wall Street, a pesar de la táctica cuestionable. Esto sucedió en 1899.
Viernes 13: Thomas W. Lawson sufrió la maldición de su propio mito
En 1903 publicó el ya mencionado libro, y los próximos años terminarían con su bonanza. Lawson se dedicó a construir un enorme complejo llamado Dreamworld, además de barcos. Incluso, tuvo una embarcación con su mismo nombre. El viernes 13 de diciembre de 1907, aquel enorme velero, que era el más grande construido hasta el momento, se hundió.
Con el velero Thomas W. Lawson también se hundieron 60.000 barriles de aceite ligero, lo que además causó un desastre ecológico. Esta desgracia no hizo más que acrecentar la leyenda que él mismo había comenzado, sobre la fatídica fecha.
Para la década de 1920, el magnate había perdido gran parte de su fortuna. Las deudas provocaron que debiera rematar sus bienes, por lo que luego de ser uno de los multimillonarios más reconocidos de Estados Unidos, volvió a la pobreza. En 1925, finalmente moriría, aunque supo construir un legado: no con su fortuna, sino con su pluma, con un mito que aún perdura en el imaginario popular de todo el mundo.
En 1980 se estrenó en Estados Unidos Viernes 13, una película del subgénero slasher dentro del cine de terror, con un psicópata llamado Jason que se caracterizaba por usar una máscara de arquero de hockey sobre hielo. Y que en un paraje llamado Crystal Lake desata una verdadera masacre. En 2009 se hizo una remake del filme que en la Argentina se conoció como Martes 13.
