El norte de España alberga un tesoro arqueológico de valor incalculable: una cabaña paleolítica excepcionalmente conservada que ofrece una ventana al pasado, revelando los modos de vida de los cazadores y recolectores de hace 16.800 años. Este hallazgo, realizado por el equipo de arqueólogos de La Garma, constituye un hito en la comprensión de la vida cotidiana en el Paleolítico.
A la cabeza de esta investigación se encuentran el catedrático de Prehistoria, Pablo Arias, y el director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, Roberto Ontañón. Presentaron los resultados de esta trascendental excavación en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid.
Desde 1996, con el apoyo financiero del Gobierno de Cantabria, Arias y Ontañón lideran el proyecto de investigación en el complejo arqueológico de La Garma. Este yacimiento, reconocido por la UNESCO como patrimonio mundial de la humanidad, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq en 2021. Se destaca por documentar los modos de vida, rituales y simbolismos del Paleolítico, siendo una de las secuencias culturales más completas de la prehistoria europea.
La documentación de este hábitat del Magdaleniense medio ha requerido dos años de trabajo continuo de un equipo interdisciplinar dirigido por Arias y Ontañón, en el que se ha utilizado una innovadora metodología basada en la aplicación de técnica no invasiva, y que ha contado con la participación de investigadores del Instituto de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, y la colaboración investigadores de la Universidad de la Rochelle, la Universidad de York, la de Toulousse, la Universidad de Salamanca, la de Oxford y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
La reciente documentación de una cabaña paleolítica en La Garma fue posible gracias al respaldo de la Fundación Palarq. Esta estructura, con una extensión de cinco metros cuadrados, se delimitaba con bloques de piedra y estalagmitas, albergando una hoguera central. Entre los 4.614 objetos encontrados, predominaban huesos de ciervos, caballos y bisontes, junto a herramientas de sílex, agujas y restos de conchas de moluscos marinos. Destaca una falange de uro perforada con grabados de este animal y una representación facial, catalogada como una pieza única en el Paleolítico europeo.
La reproducción de esta estructura se exhibirá en el Centro de Arte Rupestre de Cantabria en Puente Viesgo. Asimismo, el 15 de febrero se presentarán los resultados en una conferencia en el Museo Arqueológico Nacional, en la cual participarán figuras clave del proyecto, incluyendo a la directora de la Fundación Palarq, Carolina Bähr Vollenweider, y la directora del Museo Arqueológico Nacional, Isabel Izquierdo, junto a investigadores clave como Rodrigo Portero y Carlos García-Noriega.
La entrada original a la cueva quedó cegada por un derrumbe durante la última glaciación, lo que la ha convertido en una auténtica ‘cápsula del tiempo’ prehistórica, donde sin necesidad de realizar excavaciones se pueden observar los restos de actividades de los cazadores prehistóricos, tal y como los dejaron sus últimos habitantes hace unos 16700 años. Por ello, la Galería Inferior de La Garma es uno de los yacimientos más relevantes del Paleolítico mundial y probablemente el más prometedor de los que se están documentando en la actualidad.