En una reciente acción, el Ejército israelí emite órdenes de «evacuación» a aproximadamente 100,000 palestinos en el este de Rafah, al tiempo que lleva a cabo ataques aéreos en esa zona del sur de la Franja de Gaza. Estas acciones son consideradas como desplazamiento forzado por parte de la ONU, ya que afectan a personas que ya se encuentran internamente desplazadas. Expertos señalan que estos movimientos pueden ser un preludio a una incursión terrestre prometida por las tropas israelíes en el área, donde aproximadamente 1.5 millones de gazatíes buscan refugio. Por su parte, Hamás advierte que cualquier ofensiva en Rafah pone en peligro las actuales negociaciones para un alto al fuego.
El Ejército israelí intensifica sus ataques aéreos en Rafah, lo que resulta en la muerte de al menos 22 personas y obliga a miles de personas desplazadas a abandonar sus hogares. Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, expresa la necesidad de una ofensiva terrestre en esa zona para poner fin a lo que considera los últimos bastiones de Hamás. Sin embargo, gran parte de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, aliado de Israel, insta a las tropas a abstenerse de un asalto a gran escala, debido al alto número de víctimas mortales que esto implica.
Las tropas israelíes ordenan a los civiles trasladarse a la zona de Al-Mawasi, ubicada en el borde del mar, que consideran como una zona «segura». Allí, los residentes vuelven a instalar sus carpas y construyen refugios improvisados. El Ejército distribuye panfletos instando a los residentes y a aquellos que se refugian en los campamentos de Rafah y Brasil, así como en los barrios de Al-Shabura y Al-Zohour, a abandonar esas áreas, argumentando que permanecer allí pone en peligro sus vidas. Se informa que Egipto también aumenta el nivel de preparación de su Ejército en la región norte del Sinaí, fronteriza con la Franja de Gaza, en respuesta a los anuncios de Israel.
Los residentes de Rafah viven en constante angustia y temor. El periodista palestino Rami Abou Jamous, refugiado en Rafah, describe el sentimiento general como pánico y miedo. Incluso los habitantes de las zonas occidentales de Rafah se preparan para evacuar, ya que temen que los ataques israelíes se extiendan a toda la zona en los próximos días. La situación genera una gran preocupación entre los gazatíes.
Es importante destacar que estas acciones militares y las amenazas de una operación terrestre en Gaza ponen en peligro las actuales negociaciones para un alto al fuego entre Israel y Hamás. El resultado de estas conversaciones es crucial para la estabilidad y la seguridad en la región. La comunidad internacional continúa instando a ambas partes a ejercer la contención y buscar una solución pacífica y negociada que ponga fin al derramamiento de sangre y proteja los derechos y la seguridad de todas las personas involucradas.