En medio del cimbronazo financiero global que se desató con el derrumbe de los mercados el lunes, los inversores evalúan el impacto en la Argentina y se focalizan en la evolución de las reservas del Banco Central, así como el plan oficial para el dólar.
Durante este lunes de temor financiero, las bolsas del mundo cayeron por varios factores. Por un lado, el Nikkei, principal índice de la Bolsa de Tokio, se desplomó en la segunda mayor caída porcentual de su historia tras la decisión del Banco de Japón de subir la tasa de referencia. A esto se sumó el temor de los inversores de que la desaceleración del mercado laboral en Estados Unidos desemboque en una profunda recesión.
“La combinación de la desaceleración en China, los temores de un enfriamiento mayor al esperado y hasta una recesión en Estados Unidos, y la suba de la tasa en Japón con el consiguiente encarecimiento del fondeo tradicional del carry trade conformaron un combo letal para las expectativas, gatillándose un episodio de ‘vuelo a lo seguro’”, explicaron desde la consultora Outlier.
La Argentina no fue la excepción y en las variables financieras locales también se sintió el impacto. El riesgo país comenzó la jornada con un alza que lo ubicó por encima de los 1700 puntos, el mayor nivel en 5 meses, pero luego retomó la senda a la baja y cerró en 1653 puntos, lo cual representó una suba de 41 unidades en relación con el valor del viernes.