A un mes de las polémicas elecciones presidenciales del 28 de julio, el chavismo y la oposición venezolana se movilizan este miércoles en una nueva pulseada enmarcada en una ola de represión y protestas que causó al menos 25 muertos y unos 2400 detenidos.
La opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que lidera María Corina Machado y postuló a Edmundo González Urrutia, convocó a sus seguidores a movilizarse en Caracas, en el interior del país y en ciudades de todo el mundo a partir de las 11:00 locales (10:00 de la Argentina).
“Nos vemos este miércoles en las calles. A un mes de nuestra gloriosa victoria del 28 de julio, cuando votamos, ganamos y recogimos nuestras actas que demuestran la victoria apabullante de Edmundo González”, dijo Machado en un video en X.
Al mismo tiempo, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) llamó a sus seguidores a movilizarse también este miércoles, pero para “celebrar” la proclamada reelección de Nicolás Maduro, no reconocida por la oposición y varios gobiernos de la región, entre ellos el de Javier Milei.
“Primer mes de la gran victoria popular del 28 de julio, y las fuerzas revolucionarias saldrán a la calle para manifestar como lo sabemos hacer los chavistas, con alegría, con emoción, con entusiasmo, en camaradería franca”, dijo su primer vicepresidente, Diosdado Cabello, representante del ala dura del chavismo y designado hoy nuevo ministro del Interior, en un claro mensaje a la oposición.
Cómo está Venezuela un mes después de las elecciones presidenciales
El triunfo de Maduro fue proclamado por el Consejo Nacional Electoral y avalado por el Supremo Tribunal de Justicia sin que se publicara siquiera un acta. La oposición denunció fraude y divulgó sus propios registros que, según afirman sus dirigentes, confirman la victoria de González Urrutia de una manera aplastante.
“El 28 de julio hubo elecciones. El camino estaba plagado de obstáculos y arbitrariedades. Aceptamos ir bajo esas condiciones y no solo las ganamos, sino que lo probamos. Lo hicimos con testigos y miembros de mesa que nos hicieron llegar las actas. Y la noche del 28 teníamos un porcentaje muy alto que nos permitía asegurar que el triunfo de González Urrutia no solo era apabullante, sino de un récord histórico”, dijo a TN la excandidata presidencial de la PUD, Corina Yoris.
Desde entonces el país quedó bajo un clima de enorme tensión. Las protestas opositoras fueron respondidas con represión y una oleada de arrestos. Entre los 2400 detenidos hay varios dirigentes, exdiputados y 12 periodistas acusados de “terrorismo”. Las víctimas fatales asciende a 25, según los últimos balances de las ONG.
“La respuesta han sido detenciones y desapariciones forzozas. Hay menores de edad (bajo arresto), amenazas permanentes. Esta situación tiene que resolverse de manera pacífica, reconociendo que han perdido y que tienen que dejar el poder. Es absolutamente claro de que no les queda otra salida que negociar esa salida del poder”, dijo Yoris.
Incluso, la fiscalía general citó a González Urrutia y lo acusó por “usurpación de funciones” y “forjamiento (invención) de documento público”. El excandidato opositor faltó ya dos veces a la citación del fiscal Tarek Saab y corre el riesgo de ser condenado a 30 años de cárcel.
El gobierno responsabiliza a la oposición de emprender una ola de violencia para desconocer el resultado oficial de las elecciones. Desde entonces, lanzó una cruzada para controlar las redes sociales con el bloqueo de X y una campaña para eliminar WhatsApp. Además, aprobó una ley que fiscaliza el funcionamiento de las ONG y promovió una “Ley Contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares” que busca inhabilitar a cualquier dirigente o partido que tenga expresiones afines a esa ideología totalitaria.
Maduro advirtió incluso que no podrán participar en las elecciones legislativas de 2025 aquellos partidos o coaliciones que no reconozcan su triunfo.
Un mes después de las elecciones, el presidente parece cada vez más asentado en el Palacio de Miraflores ante el evidente fracaso de las gestiones diplomáticas impulsadas por los presidentes Luiz Lula da Silva, de Brasil; y Gustavo Petro, de Colombia.
La propuesta de convocar a nuevas elecciones salida desde Brasilia fue rechazada en forma rotunda por la oposición e ignorada por el chavismo. Aislado como nunca antes, Maduro resiste con el firme apoyo de Rusia, China e Irán y el respaldo regional de Cuba, Nicaragua y varias naciones insulares del Caribe dependientes del petróleo venezolano.