La industria de la energía eólica solicita marcos regulatorios estables y no subsidios. El sector de las renovables tiene un potencial importante para abastecer de energía a la Argentina e incluso más, en la región del Chubut.
Torres remarcó que en Chubut existe una mesa de transición energética donde el sector privado tiene un rol vinculante que discute las necesidades del sector renovable. Para el titular del Ejecutivo chubutense, hay que darle celeridad a la infraestructura de transporte y conseguir demanda local y regional.
Esa fue una de las conclusiones del panel sobre fuentes renovables en el AmCham Energy Forum, realizado en Buenos Aires, y que contó con la participación del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y del CEO de GENNEIA, Bernardo Andrews, con la moderación de Fernando Castro, director de Mejor Energía.
En tanto, Andrews explicó que GENNEIA ha realizado inversiones en transporte, pero que son medidas paliativas para aprovechar los recursos del norte chubutense, en particular en Puerto Madryn. Y subrayó que la industria requiere un marco regulatorio que permita fijar precios y establecer contratos a largo plazo.
No molestar al inversor
Torres planteó su mirada sobre la relación público-privado, haciendo énfasis en las medidas adoptadas en su provincia. «Hoy el mejor incentivo que puede garantizarle Chubut al privado, y sobre todo quien quiere invertir en renovables, es no molestar básicamente», aseguró. No obstante, volvió a observar el déficit de transporte eléctrico, dando como ejemplo las industrias electrointensivas como el complejo alumínico de Aluar, empresa que ampliará su parque eólico. Y añadió otro ejemplo: el parque eólico Garayalde de Pan American Energy.
«Tenemos potencial no tenemos cómo transportarlo. Nos faltan líneas para transportar esa energía y hay proyectos de muchos años, como la famosa línea de 500 Kv, que nos permitiría apalancarnos hasta triplicar el potencial que tenemos en megas de capacidad instalada que tenemos ahora en la provincia, pero se viene dilatando», comentó el mandatario chubutense Torres.
«Lo que tenemos ahora en Chubut, después de muchísimo tiempo, es calidad institucional. En un momento, me acuerdo cuando empezaba el auge de las renovables, un gobierno anterior tomó una mala decisión que es debatir el famoso impuesto al viento. Esto puso a la provincia en un lugar incómodo a la hora de atraer inversiones», apuntó en su exposición.
«El marco normativo en sí mismo, en Argentina, no te garantiza nada. Lo que tenemos que garantizar es que ese marco normativo va a durar décadas y no vamos a estar cambiando las reglas del juego cada dos o cuatro años», señaló el gobernador de Chubut.
Sin subsidios, con regulación
Andrews de GENNEIA contó que el potencial de los vientos de Chubut son atractivos para los accionistas, algo que permitió arriesgarse a hacer inversiones en líneas de transmisión y subsestaciones como solución a la falta de grandes obras. De hecho, la compañía en 2017 construyó una subestación de 500 Kv, algo que no se hacía en esa provincia hacía 15 años.
«La realidad objetiva es que hay que tener un marco regulatorio estable. Si bien hay una ley de renovables en la Argentina, que de hecho vence el año que viene, hay que darle continuidad alas políticas positivas. Las renovables no requieren subsidios, sino marcos regulatorios estables y contratación a largo plazo», planteó el CEO de GENNEIA.
«El privado puede hacer esas inversiones con una salvedad: no podemos ignorar los monopolios naturales. La transmisión es un monopolio natural; podés competir en un mercado teórico, pero los negocios de infraestructura son monopolios naturales. Entonces, el rol regulador de un Estado es muy relevante y eso es el diálogo que nosotros estamos teniendo con las autoridades de energía ahora», comentó.
Además de Chubut, la compañía está en Mendoza y San Juan con iniciativas tanto en tecnología eólica como solar, en el marco de un plan de expansión para atender a sus clientes del MATER -la venta de energía renovable entre privados-. Hay grandes consumidores que tienen un plan de descarbonización de sus operaciones y que ven a las renovables como una fuentes genuina de crecimiento dentro de la matriz energética argentina.
«Transmisión, subestaciones y una inversión relevante de infraestructura que requiere estabilidad del marco regulatorio que traslade a tarifa las inversiones de manera eficiente. Así se hizo y esa es una gran deuda que tiene el sistema eléctrico con el país», subrayó.