Al optar por el pollo o carne se debe tener cuidado, estar al pendiente del olor, la fecha de consumo sugerida, la fecha de caducidad, el precio y su color
En ocasiones, el acudir al mercado o al super a comprar los alimentos para la semana se convierte en tarea difícil cuando se está frente a los mostradores o refrigeradores por la amplia oferta ofrecida.
Cuando se trata de carnes rojas o blancas, se debe tener más cuidado, ya que se debe estar al pendiente del olor, la fecha de consumo sugerida, la fecha de caducidad, el precio y el color.
No discriminar
En el caso del pollo su color de piel varía de acuerdo con las preferencias o tradiciones de cada región en México. Por ejemplo, en el norte y sur se prefiere el pollo blanco, mientras que en el centro lo prefieren amarillo. En ambos casos son igual de saludables y nutritivos.
El color amarillento se debe a la presencia de carotenoides, pigmentos presentes en alimentos como zanahorias, remolachas -betabel- o maíz, se disuelven en la grasa y, cuando un pollo se alimenta de maíz, los carotenoides tiñen la grasa subcutánea, haciendo que su piel transparente se vea amarillenta.
Cabe destacar que es la grasa la que se vuelve amarilla, y el color combinado con la carne rosada resulta en un tono anaranjado; por supuesto que el proceso no afecta la calidad nutricional de esa carne, ya que tanto el rosado como el amarillo ofrecen los mismos valores nutricionales esenciales para la ingesta humana.
Por tanto, al estar en la sección de cárnicos del supermercado y optar por estas aves es necesario recordar que el color no determina el tipo de crianza que ha tenido el pollo, es decir, un pollo de corral alimentado con trigo tendrá carne rosada, o sea, que el color de la carne no proporciona información sobre la calidad o ética en el cuidado de los animales, su coloración habla más sobre la dieta de las aves que sobre su calidad nutricional o bienestar.
Características
Muy saludable. Es fuente importante de nutrientes como proteínas, lípidos, Vitamina 3 y minerales como calcio, hierro, zinc, sodio, potasio y magnesio, entre otros.
De fácil digestión. La mayor parte de su grasa corporal se encuentra en la piel, por lo que al retirarla se reduce significativamente. Esto hace que sea de fácil digestión y pueda ser consumida por personas de cualquier edad.
Versátil. Al ser una carne de sabor neutro, tiene la habilidad de tomar cualquier sabor o especia que le agreguemos en la cocina; una ventaja importante en la vasta riqueza culinaria de nuestro país.
Alto valor biológico. Se produce en condiciones con un alto grado de especialización y cumple los más altos estándares de calidad.
Muy accesible. El pollo es una de las proteínas cárnicas de menor costo -en ocasiones- del mercado.