Nuevas imágenes obtenidas durante una reciente expedición a los restos del Titanic revelaron que una parte significativa de la icónica barandilla del castillo de proa colapsó y se encuentra ahora en el fondo del océano. El descubrimiento forma parte de una serie de inmersiones realizadas por robots submarinos, según informó NBC News.
La expedición, llevada a cabo por RMS Titanic Inc., empresa con sede en Georgia que tiene los derechos legales sobre el naufragio de 112 años, marca su primer viaje al sitio desde 2010.
Los robots submarinos empleados en la expedición descubrieron que una pieza de la baranda de castillo de proa del Titanic, del lado de babor y de 4,5 metros de longitud, se desprendió del casco y fue a parar al fondo del océano. En la anterior expedición, en 2010, la barandilla estaba intacta.
Según Tomasina Ray, directora de colecciones de RMS Titanic Inc., “La proa del Titanic es una imagen icónica que surge del lecho marino como testimonio de su fuerza y desafío”. Ray subrayó que “la sección de 4,5 metros de la barandilla que rodeaba la cubierta del castillo de proa en el lado de babor ha desaparecido”.
Este descubrimiento no solo destaca el deterioro continuo del naufragio, sino que también fortalece el compromiso de la empresa con la preservación del legado del Titanic, añadió Ray en un comunicado citado por CBS News.
Durante la expedición, que duró 20 días y culminó el 9 de agosto de este año en Providence, Rhode Island, el equipo capturó más de dos millones de imágenes de alta resolución del sitio del naufragio.
Uno de los hallazgos más notables fue la estatua de bronce “Diana de Versalles”, una pieza que había sido vista por última vez en 1986 durante una expedición de Robert Ballard, quien descubrió el Titanic un año antes.
La estatua, de 60 centímetros de altura y que estaba expuesta en el salón de primera clase del Titanic, fue encontrada en el campo de escombros, acostada de cara al sedimento marino. “Fue como encontrar una aguja en un pajar”, comentó James Penca, investigador del Titanic y presentador del podcast Witness Titanic, en una entrevista con la BBC.
Penca explicó que la estatua, que fue el punto focal del salón de primera clase, desapareció en el caos cuando el barco se partió durante el hundimiento. Ahora, RMS Titanic Inc. planea identificar, con la ayuda de los datos recopilados, artefactos históricamente significativos y en riesgo para su recuperación segura en futuras expediciones.
Con miles de objetos ya recuperados del naufragio y expuestos en todo el mundo, la empresa tiene intenciones de regresar el próximo año para recuperar más ítems, incluida la estatua de Diana. Sin embargo, Penca argumenta que este redescubrimiento refuerza la idea de que el Titanic es un sitio sagrado y debería dejarse en paz.
“Era una pieza artística destinada a ser apreciada”, destacó Penca en la entrevista con el diario británico BBC. “Y ahora esa hermosa obra está en el fondo del océano, en la oscuridad total donde ha estado durante 112 años”, dijo.
“Nos entristece esta pérdida y el inevitable deterioro del barco y los restos (a su alrededor). En el transcurso de las próximas semanas y meses, realizaremos una revisión más exhaustiva del estado del Titanic y sus cambios a lo largo del tiempo. Aunque el colapso del Titanic es inevitable, esta evidencia fortalece nuestra misión de preservar y documentar lo que podamos antes de que sea demasiado tarde”, señaló RMS Titanic Inc. en su sitio web.