Cerca de mil obras públicas fueron paralizadas en la provincia de Buenos Aires por el presidente Javier Milei cuando asumió en diciembre pasado.
De las 2.308 proyectos de infraestructura que había en todo el país hasta diciembre de 2023, el gobierno libertario mantiene activos sólo 97, de los cuales casi mil estaban en territorio bonaerense. Con recursos propios, Axel Kicillof reactivó más de 300.
Según informó Ámbito, las obras fueron paralizadas con el objetivo de generar un ahorro que contribuya al equilibrio fiscal.}
Ello impacta en áreas clave como salud, transporte y educación, por lo que el gobernador Axel Kicillof se propuso continuar muchos de esos trabajos con fondos propios sin dejar de exigirle a la Nación que reactive los proyectos paralizados.
“Por capricho ideológico, Milei frenó mil obras públicas en nuestra provincia, muchas con alto grado de avance. En un país con tanta desigualdad y déficits estructurales, la obra pública es una herramienta de desarrollo indispensable”, afirmó el mandatario bonaerense en declaraciones a Ámbito.
Kicillof inauguró, en lo que va del año, 163 obras realizadas con recursos provinciales: “La suspensión de la obra pública implica la deserción por parte del Estado nacional en sus obligaciones de desarrollo, vivienda, transporte, seguridad y derechos básicos”, opinó.
Según datos provinciales, el freno de 946 obras en Buenos Aires implica un recorte de $4,4 billones. Hay 151 proyectos viales pendientes (nuevas autopistas, caminos rurales, rutas y pavimentación), 469 hídricas y de saneamiento (obras de agua potable, cloacas, plantas depuradoras, desagües pluviales, mantenimiento de arroyos, canales y cuencas) y 326 de infraestructura básica (hospitales, centros de salud, comisarías, cárceles, viviendas y escuelas). Muchos estaban en fases avanzadas o a un paso de su conclusión.
Los municipios más afectados
Según un relevamiento de Ámbito, los municipios con más obras paralizadas son Almirante Brown (27), Avellaneda (24), Quilmes y San Miguel (23 cada uno), La Matanza y Merlo (21 cada uno), Esteban Echeverría y Lomas de Zamora (20 cada uno), y Lanús (18). Les siguen Escobar, Florencio Varela y Malvinas Argentinas (15 cada uno); Mercedes (11); General San Martín y Ezeiza (10 cada uno); Moreno y Bolívar (9 cada uno); y José C. Paz, Pilar, Presidente Perón y Tres de Febrero (8 cada uno). También, Berazategui, Cañuelas y Junín registran 7 obras detenidas, mientras que General Pueyrredón, Guaminí, Ituzaingó y Las Flores reportan 6 cada uno.
Con 5 obras frenadas figuran San Isidro, Azul, Carlos Casares, Carmen de Areco, Coronel Suárez, La Plata, Morón, Navarro, Pergamino, Tigre y Vicente López. Finalmente, con 4 proyectos paralizados están Benito Juárez, Bahía Blanca, Castelli, Exaltación de la Cruz, Luján, Mar Chiquita, Monte, Veinticinco de Mayo, Adolfo Gonzales Chaves y Alberti.
Las obras más emblemáticas paralizadas
En varios municipios, los intendentes optaron por colocar señales en los carteles de las obras para recordar a los vecinos que el parate en los trabajos fue una decisión del Gobierno nacional.
Uno de los grandes proyectos suspendidos es el del dragado del Canal de Magdalena, que busca dar a Argentina una ruta de salida directa al océano sin depender del puerto de Montevideo, permitiendo la conexión entre el tráfico marítimo y fluvial.
Además, se congeló la construcción de la Autopista Presidente Perón, pensada para extender el camino del Buen Ayre desde el Acceso Oeste hasta La Plata. Se trata de una obra estratégica, dado que conformará el tercer anillo de circunvalación del AMBA, conectará 12 municipios y beneficiará la circulación y la seguridad vial de 12 millones de personas.
La provincia, en respuesta, solicitó a la Nación el traspaso de ambas iniciativas, tanto la Autopista Presidente Perón como el Canal de Magdalena, con el fin de poder continuarlas bajo su propia gestión.
Entre las grandes obras que el gobierno libertario dejó al borde de la parálisis está el Sistema Riachuelo, una ampliación de la red de cloacas que podría mejorarle la calidad de vida a 4,5 millones de habitantes del conurbano bonaerense.
Paralelamente, el presidente Milei detuvo la construcción de 1.413 viviendas del programa Procrear II en Berazategui; el Nuevo Hospital Municipal Mariano Acosta en Merlo; los consultorios del Hospital Santamarina en Tandil; y una unidad penitenciaria en Florencio Varela.
En infraestructura educativa, se vieron afectadas 16 iniciativas para universidades y 6 escuelas técnicas de educación profesional secundaria quedaron sin continuidad, al igual que 91 centros de desarrollo infantil.
Otras obras importantes que no realizará la administración nacional son el Nuevo Centro Territorial de Género y Diversidad de La Plata; seis Casas de Día para Jóvenes; y 247 del Plan Argentina Hace, un programa que buscaba mejorar la infraestructura en municipios.
En simultáneo, se paralizó la transformación en autopista de la RN 3 de Cañuelas a Azul; y el acceso vial a Bahía Blanca, clave para esa ciudad. También se paralizaron mejoras en los accesos de las rutas nacionales 3, 7, 33 y 226.
Entre las construcciones detenidas se encuentran las nuevas plantas de tratamiento de líquidos cloacales en Patagones, General Madariaga, San Antonio de Areco, Carlos Casares y Villa Gesell, así como la ampliación de la planta en Saladillo y el Nuevo Centro Modular Sanitario de Villarino.
Los nuevos consultorios en el Hospital Ramón Santamarina de Tandil; la refuncionalización del Hotel N° 4 de la Unidad Turística Chapadmalal; el Nuevo Espacio de Memoria y Promoción de los Derechos Humanos en Campo de Mayo; y la Restauración del Descanso del Peregrino y de la Basílica de Luján son otros trabajos puestos en pausa por Milei.
La reacción del gobierno bonaerense no tardó en llegar: junto a 30 intendentes, los ministros presentaron en junio pasado una solicitud al Ministerio de Economía nacional para recuperar fondos destinados a estas obras. Al no obtener respuesta, la provincia decidió asumir la responsabilidad de 324 proyectos, que incluyen 86 centros de desarrollo infantil y 38 trabajos en universidades y 200 de agua, cloaca y saneamiento.
En ese sentido, Kicillof firmó esta semana convenios con universidades para reactivar las obras de infraestructura paralizadas, lo que supone una inversión de $26.762 millones.
“La obra pública es clave para el desarrollo provincial”, destacó Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos provincial, a Ámbito y aseguró que la provincia seguirá invirtiendo en ese tipo de proyectos. Sostuvo el funcionario que “una sana administración de los recursos provinciales nos permite aplicar un modelo completamente opuesto al del Gobierno nacional que paraliza las obras que estaban en ejecución” y destacó que la administración provincial “seguirá por este camino”.
¿Cómo hace la provincia para seguir adelante con la obra pública pese al ajuste billonario de Milei? Readecuando el presupuesto: de los $248 mil millones previstos para infraestructura en 2024, la inversión subió a $649 mil millones en octubre y se proyecta en $698 mil millones para diciembre. Además, para optimizar recursos, explicaron en la provincia, se decidió casi no licitar obra nueva, sino dedicar todos los esfuerzos a terminar los trabajos en curso.
La obra pública no avanza
El ritmo de la obra pública en la provincia de Buenos Aires muestra un fuerte freno. A fines de 2023, el Ministerio de Obras Públicas tenía 2.308 proyectos en marcha en todo el país. Hoy, esa cifra se redujo drásticamente: apenas 97 siguen activos.
El gasto en infraestructura pública quedó en apenas 23% del presupuesto inicial y se redujo más del 80% comparado con el año anterior, lo que impactó en 104 mil empleos del sector de la construcción.
Mientras tanto, la administración libertaria recaudó $1,6 billones a través de impuestos como el PAÍS y SISVIAL, pero apenas destinó el 8,71% a infraestructura, lejos del 30% que marca la ley.
En ese sentido, Katopodis fue tajante: “Al día de hoy el área de Infraestructura del Gobierno nacional solo lleva ejecutado el 23% de su presupuesto: plata hay”, y consideró que “paralizar las obras trae consecuencias: se frena el desarrollo de una región y de un país, empeora la calidad de vida de las familias, produce desempleo y quiebra de empresas”.
“Es de las peores decisiones que puede tomar un gobierno: Milei, Caputo y Sturzenegger lo hicieron, dejaron al país sin obra pública”, remarcó y subrayó que “en la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof tomó y profundizó la decisión exactamente contraria. «Nuestro modelo es diametralmente opuesto, y el tiempo va a demostrar, aunque ya lo está haciendo, cuál es el que le sirve a la Provincia y a la Argentina toda”, dijo.
Las deudas
En Buenos Aires, la reducción de fondos nacionales representó una caída del 24% en términos reales durante los primeros ocho meses de 2024. El recorte nacional acumulado supera los $6 billones, de los cuales $4,4 billones corresponden a la paralización de casi mil obras en Buenos Aires.
Con todo, entre enero y octubre, el gobierno bonaerense inauguró con recursos propios 163 obras: desde construcción de viviendas, jardines, escuelas y centros universitarios, hasta obras viales, de agua y cloacas en 83 de los 135 municipios que componen el mapa bonaerense.
En La Plata aseguran que, pese al ahogo financiero de Nación, extremarán esfuerzos para continuar la inversión en una obra pública que considera clave para el desarrollo provincial.