El informe, además, señala que la mayoría de las víctimas confirmadas, alrededor de un 70%, son mujeres y niños.
Según publicó El País, Naciones Unidas ha acusado este viernes a Israel de haber hecho uso de fósforo blanco, un químico incendiario capaz de causar “horribles y dolorosas heridas”, en al menos 24 ocasiones en el actual conflicto de Gaza.
Un informe publicado este viernes por la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos vuelve a señalar a las fuerzas israelíes por posibles crímenes de genocidio, de guerra o contra la humanidad y denuncia el uso del arma incendiaria en la capital de Gaza, en el centro de la Franja y en Jan Yunis (en el sur), incluso en campos de refugiados.
Mientras, en Ámsterdam, los disturbios entre cientos de aficionados del Maccabi de Tel Aviv y manifestantes propalestinos se han saldado en la madrugada con al menos cinco heridos y 62 detenidos. Los hinchas israelíes habían acudido a la capital neerlandesa para asistir a un partido de fútbol de su equipo frente al Ájax local. Los agentes están al tanto de la posible toma de un rehén, pero no tienen confirmación por ahora de que eso haya ocurrido. El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, se ha mostrado “horrorizado” por lo ocurrido y ha calificado de “absolutamente inaceptables los ataques antisemitas contra los israelíes”.
Cerca del 70% de las víctimas en Gaza son mujeres y niños, según la ONU
El informe publicado este viernes por la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos sobre la guerra en Gaza señala que la mayoría de las víctimas confirmadas, alrededor de un 70%, son mujeres y niños.
Naciones Unidas ha verificado 8.119 asesinatos en la actual guerra en la Franja, entre ellos los de 3.588 niños. Estas cifras, sin embargo, son inferiores a las señaladas por el Ministerio de Salud gazatí, que, por ahora, habla de más de 43.000 muertos en el conflicto, incluidos más de 16.000 menores.
El documento destaca que, en los ataques verificados contra edificios residenciales, los niños fueron las principales víctimas, y subraya que el perfil demográfico de los fallecidos en viviendas demuestra el total desinterés de las fuerzas israelíes por evitar pérdidas de vidas civiles.
Frente a la supuesta prioridad israelí en el conflicto por acabar con la infraestructura de Hamás, los ataques se han expandido en general a todo tipo de objetivos civiles que incluyen zonas residenciales, lo que podría constituir un crimen de guerra, insiste el informe.
Ante el argumento del ejército israelí de que Hamás usa a numerosos civiles como escudos humanos, el informe señala que no se han presentado evidencias suficientes de que, por ejemplo, así ocurriera en el repetidamente asediado y bombardeado hospital de Al Shifa, antes de la guerra el principal de Gaza.