La petrolera estatal chilena ENAP anunció en abril la venta de su filial argentina, ENAP Sipetrol. Con ella, se suma su participación en Terminales Marítimos Patagónicas SA (Termap), que tiene puertos en Chubut y Santa Cruz. Los resultados de la operación de venta se dará a conocer a principios del 2025.
La información sobre la Petrolera se desprende de los últimos resultados financieros que compartió la empresa a los que accedió Energía On, donde exponen que al 30 de septiembre ENAP «presenta activos y pasivos mantenidos para la venta por US$ 185,4 millones y US$ 77,3 millones, respectivamente», que forman parte de Enap Sipetrol Argentina y Termap.
Desde que se conformó Termap en la década del 90′, la filial de la petrolera chilena cuenta con una participación del 13,79%. Esta empresa se dedica a distribuir y exportar el petróleo producido en la Cuenca del Golfo San Jorge y desarrolla un trabajo conjunto con las operadoras de la zona. Pese a no ser el socio mayoritario, es el segundo más grande de las Acciones A.
El resto de la composición accionaria se divide en Pan American Energy (PAE) con el 31,7%; Total Austral con el 7,35%; Tecpetrol con el 4,2%; Raizen, CGC y Capsa con el 3,5% cada una; e YPF con 3,15% de acciones A y con 30% de acciones B.
En la actualidad, la empresa de transporte de crudo se compone de dos terminales portuarias con tanques de almacenamiento. En ambos casos, reciben el petróleo de las operadoras a través de oleoductos, estudian su calidad para la comercialización. A través de monoboyas a unos 3,5 kilómetros de la costa, cargan los buques para ser trasladados a Puerto Rosales, en Buenos Aires.
En Chubut, tiene la terminal Caleta Córdoba, que está conformada por 13 tanques de almacenamiento, con 285.000 metros cúbicos de capacidad de almacenaje. Mientras que en Santa Cruz, cuenta con la terminal Caleta Olivia, que tiene 19 tanques con capacidad de 215.000 metros cúbicos de almacenaje.
«Nuestro compromiso con la sostenibilidad de largo plazo de ENAP nos obliga a veces a tomar decisiones difíciles, como la de poner a la venta nuestros activos de Exploración y Producción en Argentina, nuestro país hermano. Queremos poner dichos activos en las manos de empresas especializadas del sector petrolero«, había expuesto en abril el gerente general de ENAP, Julio Friedmann.
La operación de venta que lleva adelante la petrolera responde al objetivo de reducir la exposición financiera en el país. Por el momento, la firma lleva adelante la búsqueda de un potencial comprador o compradores.
Estos se definirán el último trimestre de este año, por lo que recién a principios del 2025 se publicaría quienes son. Para concretar la venta se deben dar ciertas condiciones, como las autorizaciones de los gobiernos de Chile y Argentina; el proceso de due diligence (auditoria) de ENAP Sipetrol Argentina y la aprobación y suscripción de los contratos de compraventa de las acciones.
La razón de la venta de la filial argentina de ENAP
Terminado el 2023, ENAP Sipetrol Argentina presentó un patrimonio neto negativo de US$ 66,7 millones. Fue por un deterioro de propiedades, plantas y equipos por casi US$ 174 millones. De ese total, US$ 113 corresponde a impuestos netos, según la empresa.
El motivo principal señalado por la empresa responden a la reducción del precio esperado del gas en el mercado interno tras la finalización del Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno, entonces llamado Presidente Néstor Kirchner.
Este permitió ampliar «significativamente la capacidad de transporte y la oferta de gas al sistema argentino. En el mismo sentido, se vio afectada la evolución estimada del comportamiento de los costos en función tanto a variables macroeconómicas como de comportamiento operativo de nuestros activos», marcaron.
Las pérdidas por deterioro afectaron principalmente a las áreas offshore Área Magallanes y en menor medida a Octans Pegaso, cuya concesión es 100% de la firma. En la misma cuenca tienen el 50% de Poseidon.
En Chubut, Enap Sipetrol tiene el 50% de la titularidad del área Campamento Central-Cañadón Perdido. El 50% restante era de YPF, quien llevaba adelante la operación. Este bloque forma parte del Proyecto Andes de YPF para desprenderse de áreas maduras, que pasará a manos de Pecom, tras confirmarse que la filial no hará uso del derecho de preferencia para quedarse con la mitad restante.