El intendente de Gaiman repasó cómo lograron ordenar el Municipio pero alertó que «ahora hay una situación muy difícil»; la comunidad boliviana y su relevante rol en la producción valletana.
Darío James.Recordó Darío James que cuando le tocó asumir en la Municipalidad de Gaiman en diciembre de 2019 “estaba fundida” y “había dos masas y media salariales sin pagar, deuda con proveedores, no podíamos comprar en ni un lado en Gaiman porque debíamos a todo el mundo. Teníamos un déficit mensual de una masa salarial por mes”, dijo en su visita al programa Sin Hilo, por Canal 12.
Continuó marcando que “hoy una masa salarial de la municipalidad de Gaiman está en unos 250 millones. Y eso es lo que tenía la municipalidad de Gaiman en su comienzo, cuando nosotros ingresamos, de déficit mensual. Nos tocó la pandemia encima. Los empleados municipales cobraban en cuatro cuotas”.
Contrapuso entonces que “en un año pudimos revertir esa situación. Y siempre doy el ejemplo, compramos dos máquinas cero kilómetro para la municipalidad de Gaiman, que no se compraban hace 25 años. Dos máquinas pesadas, una motoniveladora y una cargadora y las compramos con los recursos genuinos nuestros sin descuidar el pago de los sueldos, de los proveedores que pusimos todos al día. Recuperamos la cobrabilidad, de un 30% pasamos a un 61% y eso nos dio autonomía, nos ayudó”.
Sin embargo, y mostrando cómo fue variando la situación nacional, James marcó que “hoy está más difícil, mucho más difícil que cuando ingresamos en el 2020. Hoy no podemos comprar ni siquiera un cachirulo, porque no tenemos el dinero, no podemos juntar el dinero para comprar una máquina, un camión, y obras se hacen con mucho esfuerzo y trabajando con Provincia, que tengo que agradecer tanto a la gobernación del señor Nacho Torres, que estamos haciendo obras que son chicas, pero que realmente al pueblo le sirven”.
James lamenta la falta de fondos para obras clave y destaca avances en turismo
Reconoció que le da “mucha bronca” porque “tengo una oportunidad histórica de ser intendente de nuestra localidad, y me tocó la vaca flaca. A mí no me gustaría que me recuerden porque administré bien nada más, a mí me gustaría hacer una obra importante, nosotros tenemos obras muy importantes para hacer en la localidad”. Repasó por ejemplo que el nuevo puente sobre el río Chubut se convirtió en una necesidad imperiosa, pero también hay obras sanitarias que se deben realizar. “Necesitamos hacer más cloacas porque hay un 40% del pueblo que tiene cloacas nada más, el 60% no lo tiene”, ejemplificó.
Pero “no se puede hacer nada. Hoy hacer tres cuadras de asfalto son 350 millones. Yo lo estoy estudiando, porque realmente hay lugares que necesitamos hacer asfalto porque hay barrios nuevos de la zona sur que no se han respetado los niveles, entonces tenemos muchos problemas de salida de agua cuando llueve, y la única forma de poder lograr eso es haciendo asfalto. Y hoy es imposible hacer esas obras”.
Por otra parte, destacó la relevancia que le dieron en su gestión al turismo que “genera recursos genuinos y logramos muchísimo, tuvimos premios internacionales y eso nos ayuda mucho en lo que es la parte comercial y no hay ni un solo local cerrado, hay movimiento, hay turismo”.
“Hay mucho trabajo rural pero nadie quiere agachar el lomo”
También se refirió James a la situación laboral, los efectos que tuvieron en Gaiman por ejemplo el cierre de Soriano SA y la situación de otras empresas. Pero también “es cierto que hay mucho trabajo en la zona rural, pero nadie quiere agachar el lomo. La gente quiere venir, trabajar en la municipalidad, pero cuando vos le decís, che, mirá, aquella familia en la chacra necesita, no van”.
“Hay familias en las chacras que producen mucho, familias bolivianas pero que también se están poniendo grandes y necesitan mano de obra porque ya no les conviene los que venían de Bolivia, pero no les aguanta nadie”, graficó.
“La producción está muy buena en el Valle, hay buena calidad y cantidad también. Antes se dedicaba mucho a verduras, y ahora los mismos bolivianos se están reinventando, muchos ahora se dedican a la carnes, a los feedlot”, dijo James, quien valoró que “la comunidad boliviana es la que mueve toda la producción. A no ser los autóctonos, los NIC de Gaiman, que ya no pueden competir con la comunidad boliviana, que se dedican a los terneros o al pasto o esas cosas. Pero ahora los bolivianos se dedican al pasto, se dedican a la papa, a los terneros”.
Todo ese cambio tan fue parte del enojo de James con lo que fue el último censo porque la población de Gaiman casi se triplicó y no quedó reflejado. “Hoy estamos arriba de los 15 mil habitantes”, estimó el Intendente. Y explicó también que “hoy de la comunidad boliviana queda un poco, porque son los NIC, porque hoy están todos los hijos y los nietos que son argentinos”.