Las elecciones legislativas de octubre son una prueba crucial para el gobierno de Javier Milei porque medirán el nivel de apoyo social con el que encarará la segunda mitad de su mandato y la potencia del «fenómeno» que reconfiguró el tablero político a partir de 2023, aunque en un contexto a típico que presenta como factor distintivo el alto ausentismo electoral.
En efecto, el llamado «fenómeno Milei» fue la llegada a la Presidencia de un outsider de la política con un partido completamente nuevo, hecho que reflejó un relativo hartazgo del electorado con los espacios tradicionales como el peronismo (e sus distintas versiones), la UCR o el PRO. De acuerdo con IProfesional.
Sin embargo, a dos años del arranque del primer gobierno libertario ese hartazgo parece que se mantiene a pesar de la irrupción del nuevo liderazgo político que representa Milei y se expresa en un ausentismo que ya se había registrado en 2023 pero que se profundizó en las distintas provincias que ya fueron a las urnas este año.
El impacto del «fenómeno Milei» en la política y esa menor concurrencia de la gente a votar aparecen así como dos factores determinantes para las elecciones de medio término. Una reciente encuesta de la firma DC Consultores recogió las opiniones del electorado sobre ambas cosas y arrojó un resultado curioso.
Por un lado, se advierte un reconocimiento a Milei por hacer «lo que nadie se animó», que se traduce en un eventul apoyo en las urnas, pero al mismo tiempo persiste un sentimiento de «defraudación política» como principal razón para no ir a votar a pesar de la obligatoriedad, lo que genera una distorsión porque le quita respaldo potencial al «fenómeno» que intenta consolidarse y también al surgimiento de nuevos referentes y partidos.
¿Por qué menos gente está yendo a votar en estas elecciones?: las razones que encontró la encuesta
Además del impacto que tiene en la salud de la democracia, el ausentismo que se registra este año no parece beneficiar ni al gobierno de Milei ni a la oposición. Por caso, La Libertad Avanza perdió ocho de las nueve elecciones provinciales que se desarrollaron hasta ahora: solo ganó en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) -su triunfo más importante y nítido- y en Chaco, pero asociada al gobernador radical Leandro Zdero.
En todos esos distritos, la baja concurrencia a las urnas alcanzó niveles históricos. En CABA solo votó el 53% del padrón; en Chaco el 52%, al igual que en Santa Fe; en Misiones fue el 55% y en Salta el 58%. Los únicos donde hubo más de un 60% de participación fueron San Luis, Jujuy y Formosa.
La tendencia amenaza con seguir en las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires y en las nacionales de octubre. En la encuesta de DC, al preguntar por qué la gente no va a votar, la respuesta mayoritaria con 39,1% fue que «siempre es lo mismo», un sentimiento que la consultora definió como «defraudación política».
En tanto, el 24,3% dijo que «no se sienten representados» por ningún dirigente y el 23,9% opinó que el ausentismo es «culpa de los partidos políticos». Ambas respuestas parecen apuntar al mismo problema: los principales dirigentes y espacios no convocan o no seducen a los votantes. En tanto, el 12,7% esgrimió como motivo del ausentismo que «se polarizan las elecciones» y «se vota lo anti».
La «defraudación política» versus el apoyo a Javier Milei: ¿que intención de voto cosechó el oficialismo en la encuesta?
Lo que se destaca en la encuesta es que la poca atracción que presuntamente generan las elecciones legislativas provinciales no apareció entre los motivos para no ir a votar, pese a que suele ser uno de los temas más mencionados por distintos analistas.
En cambio, más de la mitad de los encuestados por DC apuntó contra los partidos políticos, los dirigentes y la poca capacidad que les ven para representar a la sociedad. Sin embargo, estas respuestas contrastan con el resultado que cosechó Milei en el mismo sondeo.
Al preguntar si en las próximas elecciones nacionales votarán «continuidad» o «cambio» un impresionante 73,5% se inclinó por la primera opción, que claramente representa un apoyo al gobierno de Milei, mientras que solo el 26,5% eligió el «cambio».
Es decir que la participación electoral cae y las principales razones que se esgrimen son la decepción y la poca capacidad de representación por parte de partidos y dirigentes a pesar del surgimiento de un nuevo espacio como es el de Milei, el cual al mismo tiempo parece gozar de un apoyo significativo para las elecciones de medio término.
¿A qué se debe el «fenómeno Milei» y por qué el ausentismo no lo agota?
Por el medio de esa contradicción se mete el llamado «fenómeno Milei», como lo consignó la encuesta de DC para preguntar a los entrevistados a qué creen que se debe esa aparición disruptiva en el escenario político nacional.
Al respecto, el 67,8% opinó que el «fenómeno Milei» tiene que ver con que «está haciendo lo que nadie se animó». La segunda respuesta más elegida con el 18,8% fue que «no hay político en la Argentina que le dispute el liderazgo».
Se trata de una definición ambigua porque en esa ausencia de un liderazgo alternativo podría estar la potencia de Milei como nueva figura o bien la «defraudación política» o la falta de representación que los mismo encuestados mencionan como motivo para no querer ir a votar.
En tanto, el 8,4% de la muestra consideró que el «fenómeno Milei» es «más expectativa que una realidad» y el 5% respondió que «no es un fenómeno, es humo». La baja incidencia de esas respuestas en el sondeo parece estar relacionada con la mirada optimista que predominó respecto del rumbo del gobierno.
El rumbo del país y otra señal positiva para el Gobierno de cara a las elecciones
Al pedir un balance sobre la situación a dos años de haber empezado el gobierno de Milei, la encuesta de DC recogió que el 39,3% la califica como «excelente» porque «se va encaminando de acuerdo» a sus «expectativas».
En tanto, el 24,5% respondió que ve «bien» el rumbo del país aunque pensaba que «a esta altura estaríamos mejor» y un 11,4% señaló la opción «no estoy mejor pero sigo confiando». De esta forma, el 75,2% de los encuestados expresó un apoyo relativo al Gobierno.
Por el contrario, los que se mostraron en contra del rumbo al promediar el mandato de Milei fueron el 24,8%, entre los que ven las cosas «mal» y dicen estar «desilusionados» (9,8%) y los que lo ven «muy mal» pero «nunca» confiaron (15%).
De esta forma, la encuesta coincidió con otros sondeos que pronostican un triunfo del gobierno de Javier Milei en las elecciones nacionales de octubre y sugiere que el «fenómeno» tiene chances de sobrevivir al descontento o la apatía que aparecen detrás del alto ausentismo electoral, aunque no llega a cambiar esa sensación por el momento.