El invierno 2025 en el norte de la Patagonia se perfila como uno de los más secos de la última década, con precipitaciones muy por debajo de los valores históricos y temperaturas atípicas que marcaron la temporada.
Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la situación anticipa un verano complejo, con riesgo ambiental y escasez de agua.
Los registros del SMN detallan que entre junio y agosto las lluvias estuvieron muy por debajo de lo esperado:
- Junio: 60 mm (promedio: 140 mm)
- Julio: 80 mm (promedio: 140 mm)
- Agosto: 40 mm (promedio: 120 mm)
A esto se sumaron oscilaciones térmicas poco habituales: mínimas de –14 °C, las más bajas en cinco años, y máximas que superaron los 10 °C en agosto, propias de un septiembre adelantado.
Escasez de nieve y temporada turística afectada
En la cordillera, las nevadas fueron débiles y esporádicas, con acumulados de apenas 5 a 15 mm. El oceanógrafo Matías de Oto Proschle, del SMN, explicó que la mayoría de las precipitaciones cayeron en forma líquida, incluso en áreas montañosas, debido a fenómenos como inversiones térmicas, niebla persistente y el ingreso de ríos atmosféricos con aire cálido y húmedo, que aceleraron el derretimiento de nieve.
La falta de nieve natural obligó a los centros turísticos de Bariloche a recurrir a nieve artificial para sostener la temporada.
Proyecciones para los próximos meses
Los especialistas advierten que, aunque podría haber un repunte de nevadas hacia fines de agosto, no alcanzará para revertir el déficit. De confirmarse la tendencia, este será el invierno más seco desde 2016 y 2021.
El pronóstico a tres meses anticipa temperaturas por encima del promedio, lluvias por debajo de lo esperado y un déficit hídrico de al menos 300 mm al inicio del verano.
El impacto del cambio climático en la región
En diálogo con medios especializados, De Oto Proschle subrayó que los modelos climáticos tradicionales ya no se ajustan a la realidad actual: “Hay una señal clara del calentamiento global”.
Aunque la Patagonia no registra los mismos escenarios de incendios que Europa, comparte la misma causa estructural: el cambio climático. Los inviernos más cortos, con menos nieve y mayor variabilidad térmica, son una tendencia persistente.
Según el portal Noticias Ambientales, este escenario obliga a repensar estrategias de adaptación, tanto en el plano turístico como en el ambiental.
El invierno en la Patagonia se despide con números históricos de déficit hídrico y un panorama desafiante de cara al verano, marcado por el riesgo de incendios y la escasez de agua.