En diálogo con el historiador británico Niall Ferguson, el presidente argentino anticipó cuáles serán las «reformas de segunda generación».
El presidente argentino, Javier Milei, concedió hace una semana una entrevista profunda y sin filtros al historiador británico Niall Ferguson, uno de los intelectuales más reconocidos a nivel mundial.
Argentina el país más libre del mundo
De acuerdo con ADNSUR. Publicado este pasado martes en The Free Press, el reportaje reflejó con precisión el pensamiento político, económico y geopolítico que guía al mandatario, además de ofrecer una radiografía fresca sobre las reformas y los desafíos que plantea su administración para cambiar el rumbo de un país que ha sufrido décadas de crisis recurrentes.
Desde el inicio, Milei no dudó en expresar su disgusto por la clase política tradicional: “Siempre pensé que los políticos eran horribles y despreciables, pero la realidad es que son mucho peor”.
EL PLAN ECONÓMICO DE MILEI: REFORMAS FISCALES, LABORALES Y APERTURA COMERCIAL
El eje central del diálogo giró en torno a la economía, donde Milei expuso los pilares de una ambiciosa agenda que denomina “reformas de segunda generación” con tres focos principales: la fiscal, la laboral y la apertura comercial al mundo. El mandatario explicó que la implementación de estas iniciativas será secuencial y estratégica:
“En primer lugar, reduciré los impuestos, ya que eso nos hará más competitivos y fomentará el crecimiento. Luego, haré que el mercado laboral sea más competitivo en consonancia con la reforma fiscal, lo que permitirá la creación de nuevos puestos de trabajo con mejores salarios, lo que a su vez me permitirá abrir la economía sin generar desempleo”, señaló Milei en la conversación.
El presidente recordó que llegó al poder en un contexto hostil y complicado donde factores estructurales desalentaban cualquier intento de cambio: “El déficit fiscal era del 15% del PBI, la inflación era del 1,5% diario. El gasto público cayó un 30%. Estos logros son condición necesaria pero no suficiente. Deben ir acompañados por la guerra cultural. Si no, cuando termine el gobierno todo se desvanece”, enfatizó Milei, advirtiendo que las transformaciones económicas requieren un respaldo cultural y un cambio profundo en la mentalidad de la sociedad.
Estadisticas de apoyo
En cuanto a los números, destacó con orgullo la evolución económica de los primeros meses de 2025: “En el primer trimestre de 2025, la economía creció un 5,7%, y en el segundo trimestre cerca del 8%. La tasa de pobreza bajó más de 22 puntos porcentuales; hemos sacado a unos 11 millones de personas de la pobreza y 2 millones de niños ya no son pobres”
Asimismo, Milei atribuyó el auge inicial de su movimiento políticamente liberal y libertario en buena medida a la juventud argentina: “La primera en impulsar el movimiento liberal-libertario en Argentina, porque los jóvenes se rebelan contra el statu quo y han estado menos expuestos al adoctrinamiento de la educación pública”. Para él, la generación más joven está fuertemente influenciada por las redes sociales, una plataforma crucial que él mismo potenció, especialmente durante la pandemia, para difundir sus ideas y construir una base política sólida.
GEOPOLÍTICA, VALORES Y LA BATALLA CULTURAL: MILEI Y UN MUNDO DIVIDIDO
El mandatario no solo habló sobre economía sino que también desplegó una visión estratégica global que incorpora la geopolítica como un componente indispensable a la hora de diseñar políticas públicas externas y comerciales.
En este sentido, criticó la aplicación teórica y rígida de modelos económicos que ignoran realidades geopolíticas complejas: “No basta con la teoría económica; hace falta comprender la geopolítica. Podría abrir el comercio y ser verdaderamente radical, al estilo de Adam Smith. Pero, ¿te daría igual quién se quedara al mando de toda la producción mundial de uranio? ¿Estarías tranquilo si toda esa producción estuviera en manos de Corea del Norte o Irán?”, planteó Milei, poniendo énfasis en la necesidad de evaluar riesgos y prioridades estratégicas más allá de los modelos tradicionales.
El presidente predijo que el nuevo orden mundial se reorganizará en bloques regionales: “Estados Unidos liderará las Américas, China Asia y Rusia por su cuenta. Europa, por la contaminación intelectual del wokeismo, está en situación compleja”. Esta frase resumió su preocupación por lo que denomina una “contaminación intelectual” vinculada al posmodernismo y las agendas que considera destructivas para la cohesión social occidental.
En relación con figuras globales y políticas como Donald Trump, Milei tomó distancia en lo específico pero coincidió en la línea política general de rechazo al socialismo y al “wokismo”: “Ambos nos enfrentamos al mismo enemigo, que es el socialismo de diferentes tipos, ya sea comunista o woke”.
Finalmente, fue contundente en su defensa de Israel, un país al que ve como un baluarte inquebrantable que representa un “estándar de acción” basado en la moralidad y ética judeocristiana. Para Milei, Israel ha demostrado resiliencia frente a grandes adversidades porque «combina la vida material con la vida espiritual», algo que, según él, Europa está perdiendo bajo la influencia de la agenda posmarxista, que terminaría por erosionar las bases sociales y culturales del viejo continente.