En un gesto diplomático de alto valor para la Argentina, el gobierno de Israel reconoció explícitamente la existencia de la disputa de soberanía con el Reino Unido por las Islas Malvinas.
El canciller argentino, Pablo Quirno, celebró el pronunciamiento, que llega en un momento de máxima cercanía entre ambos países.
Un reconocimiento explícito y un llamado al diálogo
La declaración surgió a raíz de una protesta formal que la Argentina presentó ante Israel por las actividades de una empresa petrolera privada de ese país en el área en disputa.
El canciller israelí, Gideon Sa’ar, respondió aclarando que la firma Navitas Petroleum es una empresa privada sin vínculos con el Estado y expresó que «lamentamos el malestar generado». Más allá de eso, el punto central de su comunicación fue el reconocimiento explícito de la controversia de soberanía.
Además, Israel instó a que la disputa se resuelva «por medios pacíficos», en sintonía con las resoluciones de las Naciones Unidas. Según Noticias Argentinas, el canciller Quirno valoró este gesto como un reconocimiento fundamental de la posición histórica argentina.
Un respaldo en un momento de alianza estratégica
El pronunciamiento israelí adquiere una relevancia especial por el contexto político en el que se produce. Ocurre en un momento de máxima cercanía entre los gobiernos del presidente Javier Milei y el primer ministro Benjamin Netanyahu. El canciller Sa’ar calificó la relación actual como «especial, sólida y estrecha» y destacó el liderazgo de Milei como facilitador de un diálogo franco sobre temas sensibles.
Este respaldo marca un precedente, ya que es la primera vez que un aliado estratégico de la talla de Israel se desmarca públicamente de los intereses económicos británicos en la zona y reconoce el litigio, reforzando el llamado «cerco diplomático» que busca la Argentina.
La postura argentina: continuar con las medidas necesarias
Frente a este apoyo, el canciller Quirno ratificó la posición firme de la Argentina. Señaló que el país «continuará adoptando todas las medidas necesarias» para impedir la explotación unilateral de los recursos naturales en el Atlántico Sur por parte de empresas extranjeras que no cuenten con la autorización del Estado argentino.
El reconocimiento israelí fortalece la estrategia diplomática argentina al sumar una voz importante a la demanda de que cualquier actividad económica en las islas debe contar con el consentimiento de Buenos Aires, en línea con el reclamo de soberanía que el país mantiene de manera incansable.




