La comunidad internacional del montañismo sigue con atención el caso de Natalia Nagovitsina, esperando que las condiciones mejoren para poder realizar una nueva operación de rescate. Mientras tanto, su familia mantiene la esperanza de su supervivencia.
El rescate de la alpinista rusa Natalia Nagovitsina, atrapada a más de 7.000 metros en el Pico Pobeda, ha sido suspendido indefinidamente debido a condiciones climáticas extremas.
Las autoridades de Kirguistán informaron que no se detectaron señales de vida en la zona, aunque su hijo mantiene la esperanza. Según C5N, el portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Kirguistán, Adil Chargynoy, anunció que «las condiciones meteorológicas se han deteriorado bruscamente, por lo que se han suspendido todas las operaciones de rescate».
Las temperaturas rondan los -30°C, acompañadas de ráfagas de viento y tormentas de nieve, lo que hace imposible acceder al lugar donde se encuentra Nagovitsina.
Intentos fallidos y tragedia en la montaña
Desde el 12 de agosto, cuando sufrió una fractura en la pierna durante el descenso, varios intentos de rescate han fracasado. El 15 de agosto, el alpinista italiano Luca Sinigaglia falleció por congelación y edema cerebral tras intentar ayudarla. Además, un helicóptero sufrió un aterrizaje forzoso debido al mal tiempo, lo que complicó aún más las operaciones de rescate.
El 26 de agosto, el hijo de Nagovitsina, Mikhail Nagovitsyn, publicó un video filmado con un dron en el que se ve a su madre moviendo la mano desde su tienda de campaña. Él asegura que las imágenes, tomadas aproximadamente una semana antes, demuestran que su madre sigue viva. Sin embargo, las autoridades kirguisas sostienen que en los últimos vuelos de dron con cámaras térmicas no detectaron señales de vida en la zona, lo que llevó a dar por desaparecida a la alpinista.