Científicas argentinas desarrollaron una innovadora terapia para regenerar huesos a partir de células del cordón umbilical, que podría convertirse en el primer tratamiento mundial de este tipo.
El avance, liderado por investigadoras de la UNNOBA, ya superó pruebas exitosas en laboratorio y modelos animales, y ahora avanza hacia ensayos clínicos con pacientes.
Terapia con células madre y ácido hialurónico
Según información de la Agencia CyTA-Leloir, la terapia se basa en la estimulación de células madre mesenquimales con ácido hialurónico, una sustancia natural del cuerpo. La doctora Laura Alaniz, directora del Laboratorio de Microambiente Tumoral del CIBA-UNNOBA, explicó: «Descubrimos que el ácido hialurónico envía señales a las células madre para que se conviertan en óseas. Esta combinación podría regenerar huesos dañados que no consolidan naturalmente».
El tratamiento está destinado a ese 10% de casos de fracturas que no logran soldarse adecuadamente, incluso con prótesis. Las pruebas en animales mostraron resultados extraordinarios: «Los huesos tratados quedaron con funciones biológicas mejores que los sanos – pueden soportar mayor peso y tienen buena rigidez con flexibilidad», detalló Alaniz.
Colaboración con el Hospital Garrahan
La startup MesencHyal-T, creada para transferir esta tecnología a pacientes, estableció una alianza estratégica con el Banco Público de Sangre de Cordón Umbilical del Hospital Garrahan. Valeria Roca, bióloga del Garrahan, destacó: «Nuestro banco está acreditado por estándares internacionales y habilitado por el INCUCAI, lo que garantiza la seguridad de los productos que llegan al paciente».
La elección de células de cordón umbilical se debe a que es material que generalmente se descarta después del parto, making it una fuente sostenible y ética. El BPSCU del Garrahan, que funciona desde 2005 con donaciones altruistas, proveerá las células madre necesarias para el desarrollo del tratamiento bajo estrictos protocolos de calidad.
Próximos pasos y proyección internacional
Las investigadoras estiman que dentro de un año y medio podrían comenzar los ensayos clínicos en humanos. Alaniz destacó: «Es un tratamiento realmente innovador – no hay productos similares en el mundo. Será el primer protocolo de estas características y sentará bases para desarrollos futuros».
El proyecto, que combina investigación universitaria pública con hospitales públicos, representa un modelo de transferencia tecnológica exitoso. Roca resaltó: «Que esto se haga en Argentina, gracias a un convenio entre una universidad pública y un hospital público, tiene un valor enorme y habla de años de formación de recursos humanos e infraestructura». Información extraída del medio Agenciacyta.




