Al menos cinco aviones de combate F-35 de la Marina de Estados Unidos arribaron a la base aeronaval José Aponte de la Torre en Puerto Rico, aumentando la tensión geopolítica en la región caribeña.
Este despliegue se suma a la presencia de ocho barcos militares con misiles y un submarino de propulsión nuclear cerca de las costas venezolanas.
Contexto del despliegue y reacciones venezolanas
El gobierno estadounidense justifica el operativo como parte de la lucha contra el narcotráfico, pero Venezuela lo considera una amenaza directa. En respuesta, el presidente Nicolás Maduro ordenó la movilización de buques, el alistamiento de millones de milicianos y un «refuerzo especial» de la presencia militar en cinco regiones costeras del país. La tensión escaló cuando la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, calificó a Maduro como «líder del cartel en Venezuela».
Infraestructura militar histórica en Puerto Rico
Puerto Rico tiene una larga historia como base militar estadounidense, con hasta 11 instalaciones en el pasado. Actualmente, la Guardia Nacional utiliza Buchanan, Fuerte Allen, Base Aérea Muñiz y Campamento Santiago, además de partes de las bases Ramey y Roosevelt Roads. Cabe destacar que las islas municipio de Vieques y Culebra fueron utilizadas como campos de tiro, y aún hoy se trabaja en la limpieza de munición sin detonar.
Implicaciones regionales y declaraciones provocativas
Maduro respondió a González instándola a «liderar personalmente una posible invasión» contra Venezuela. Esta retórica belicista se da en un contexto donde Estados Unidos mantiene un significativo despliegue militar en el Caribe, incluyendo el reciente arribo de un Boeing C-5 de las Fuerzas Armadas estadounidenses a la base puertorriqueña. La situación refleja las crecientes tensiones en la región que podrían afectar la estabilidad geopolítica. Información extraída del medio DW.