Las cerezas, en su mejor temporada, no solo son deliciosas sino que ofrecen beneficios para el descanso, la concentración y la salud general.
Con la llegada de la primavera, las cerezas alcanzan su punto máximo de maduración y su precio se vuelve más accesible. Argentina lidera la producción en Latinoamérica, con un promedio anual de 7.400 toneladas, cultivadas principalmente en Mendoza, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Chubut.
Según Ámbito , esta fruta es rica en antioxidantes y compuestos que aportan beneficios comprobados para el organismo.
Mejora del sueño y refuerzo del sistema inmune
Las cerezas son reconocidas por su alto contenido de melatonina, hormona que regula los ciclos de sueño y fortalece las defensas del cuerpo. Su consumo es clave, especialmente con el paso del tiempo, cuando la producción natural de melatonina disminuye.
Mayor concentración y memoria
De acuerdo con la Fundación Alzheimer España, las cerezas ayudan a mejorar el rendimiento cognitivo gracias a su poder antioxidante. Esta propiedad contribuye a proteger la memoria y reducir riesgos asociados a enfermedades neurodegenerativas.
Efecto antiinflamatorio y alivio de la artritis
Las cerezas contienen antocianinas, pigmentos responsables de su color rojo que también actúan como potentes antiinflamatorios. Esto beneficia a personas con artritis y deportistas, ayudando a disminuir dolor y tensión muscular.
Cómo incluir cerezas en la dieta
La fruta puede consumirse sola como snack o postre. También es versátil: se puede agregar a yogures, batidos, jugos, ensaladas y platos salados, aportando un toque agridulce que realza cualquier preparación.
Consumir cerezas en su temporada no solo es una opción sabrosa, sino también una manera natural de mejorar la calidad del sueño, la concentración y la salud en general.