Nuevo reptil carnívoro sorprende por su tamaño, poder mandibular y rol ecológico.
Un fósil encontrado en la Formación Chorrillo, en Santa Cruz, revela la existencia de Kostensuchus atrox, un cocodrilo prehistórico de 3,5 metros y 250 kilogramos que vivió hace unos 70 millones de años y pudo cazar dinosaurios medianos, según informó Infobae.
Descubrimiento y datos del nuevo depredador
Los restos fósiles de Kostensuchus atrox incluyen un cráneo robusto, mandíbulas poderosas con dientes grandes, y múltiples huesos del cuerpo en estado notablemente bien conservado. Se trata de un ejemplar casi completo hallado en la región cercana a El Calafate.
Características físicas y modo de vida
Este cocodrilo no era acuático como muchos cocodrilos actuales: sus patas y cuerpo robusto indican que también se movía con eficacia en tierra firme. Era un hipercarnívoro adaptado para presa grande: su mandíbula fuerte, dientes aserrados y hocico ancho lo hacían apto para desgarrar carne, posiblemente de dinosaurios jóvenes y otros grandes reptiles.
Contexto geológico y ecología del Cretácico tardío
La Formación Chorrillo, donde se hallaron los restos, corresponde al Maastrichtiano del Cretácico, un período de transición poco antes de la extinción masiva. En aquel entonces, el sur de la Patagonia era un paisaje cálido, con llanuras aluviales de agua dulce, ríos, tortugas, pequeños mamíferos y diversos dinosaurios.
Importancia científica del hallazgo
Kostensuchus atrox es uno de los peirosáuridos más completos descubiertos, y representa el segundo mayor depredador conocido de la Formación Chorrillo. Aporta datos clave sobre la diversidad de cocodrilos antiguos, y evidencia cómo competían entre depredadores no-dinosaurianos de gran porte.