Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, no se guardó nada en una reciente entrevista. La empresa que lidera se está preparando para un cambio radical: dejar atrás los campos maduros y apostar todo a los recursos no convencionales, principalmente en Vaca Muerta.
Este giro responde a una cuestión de costos y proyecciones a largo plazo. A partir de 2026, YPF será “una empresa netamente de recursos no convencionales”, afirmó Marín, destacando que ya se encuentran «afuera de los campos maduros».
Marín anticipa un futuro sin campos maduros y con gigantescas inversiones
De acuerdo con LU17. En cuanto a las metas para los próximos años, la empresa tiene grandes aspiraciones: “Queremos duplicar nuestra producción y superar los 500 mil barriles diarios”, anticipó el ejecutivo. Para ello, YPF se está enfocando en expandir sus proyectos de gas natural licuado (GNL) y continuar con el impulso de Vaca Muerta. Con 19 rigs operativos para fines de 2026, Marín detalló que la producción de barriles propios ya alcanzó los 250.000, a pesar de la salida de los campos maduros.
En cuanto a las inversiones, Marín adelantó que el próximo año se destinarán más de 5.000 millones de dólares. “Lo que viene será menos comercial y más de ejecución”, indicó, refiriéndose a los pozos que YPF tiene previstos perforar hasta 2030: casi 2.000 de petróleo y 800 de gas.
Marín también abordó los nuevos proyectos como ‘Argentina LNG’, con un enfoque en la exportación de GNL hacia Asia a partir de 2029. Según el CEO, las futuras inversiones extranjeras serán claves para que Argentina pueda “llegar a Asia con mejores precios”.
Sin embargo, más allá de las metas financieras y de producción, Marín enfatizó que lo más destacado de su gestión es la transformación interna de YPF: “Estamos maximizando la rentabilidad y creando un nuevo estándar en la perforación”, agregó, mencionando la implementación de un sistema de perforación autónomo que ha reducido el tiempo de cada perforación a 16 días.
Para Marín, la historia de YPF está siendo escrita en este momento: “Nunca más se verá un nivel de inversiones como el actual en la industria hidrocarburífera argentina”, concluyó, apuntando a que la empresa ya ha alcanzado un nivel de eficiencia y rentabilidad que le permitirá continuar su crecimiento incluso frente a la volatilidad del mercado.